Sacerdotes cubanos piden públicamente a las autoridades cubanas que no repriman el 15N

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15 sacerdotes católicos cubanos y un diácono de la Iglesia dirigieron una carta pública a las autoridades civiles y militares cubanas, a la policía, a la seguridad del Estado y  “todos aquellos que en estos días han sido convocados para reprimir la marcha ciudadana del 15 de noviembre”, a quienes solicitan encarecidamente “que sigan siempre la voz de sus conciencias, esa voz que nos dice que el camino no es ni la intolerancia ni la represión.

«Hazlo por Cuba, por ti, por tus hijos. Este 15N elige el respeto, el cuidado, la paz, y no aceptes ninguna invitación a la violencia. Todos somos cubanos, todos hermanos. Demos ejemplo al mundo diciendo sí a la paz, a la libertad y al civismo”, expresan en una parte de la misiva.

Los sacerdotes cubanos Alberto Reyes Pías, Rolando Montes de Oca Valero, Lester Zayas Díaz, Jorge Luis Pérez Soto Jorge Luis Gil Orta, Fernando Gálvez Luis, Kenny Fernández Delgado, Ramón Rivas, Danny Roque Gavilla, José Conrado Rodríguez Alegre, Alberto Martín Sánchez, Eduardo Llorens Núñez, Wilgen Cancio Álvarez, Castor José Álvarez Devesa y el diácono Maykel Gómez Hernández, a partir de los principios de su fe religiosa, piden en la misiva, hecha pública a través de la comunidad de Facebook “Pensemos Juntos”, que “la Virgen de la Caridad del Cobre, Madre y Patrona de todos los cubanos, interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo; Él es nuestra paz. A sus pies encomendamos los esfuerzos y anhelos de los que sueñan y trabajan por una Cuba de todos, con todos y para todos”.

A escasos días del venidero lunes 15, las autoridades políticas, policiales y jurídicas cubanas han incrementado las presiones sobre los activistas del grupo Archipiélago y todos los ciudadanos cubanos que promueven la marcha pacífica convocada para ese día por la liberación de los presos políticos y la libertad de expresión del pueblo cubano, combinadas con campañas mediáticas de descrédito a figuras como el dramaturgo Yunior García en todos los espacios noticiosos y de análisis político de la televisión cubana.

“En estos momentos el gobierno está haciendo lo imposible para que la población desista de la  manifestación pacífica programada para el 15 de noviembre”, argumentan en la carta los sacerdotes cubanos. “Hay un llamado masivo al enfrentamiento violento. Hay citaciones y advertencias a muchas personas que han expresado su adhesión a esta convocatoria. Y no estamos de acuerdo con eso, no queremos violencia, rechazamos la orden de combate, los palos entregados en los centros de trabajo, las convocatorias a “ejercicios de defensaʼ”, argumentan.

 “Si bien es cierto que ningún cubano debe alzar la mano contra su compatriota por el solo hecho de pensar distinto”, continúa la misiva escrita por los sacerdotes cubanos y el diácono, “mucho menos la policía que por vocación tiene el deber de dar ejemplo de civismo a toda la población, que existe para cuidar a los ciudadanos y proteger el orden público”.

Muchos de los apresados por su participación en las protestas del 11J enfrentan cargos de una y hasta más de dos décadas de prisión, así como diversas medidas de trabajo correccional. A favor de estos también se posicionan los religiosos firmantes, aseverando que “el 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles con un clamor que durante muchos años fue un grito ahogado: ¡Libertad! Libertad para expresarnos sin ser reprimidos, para que exista una pluralidad política, para ser protagonistas de la marcha y el destino de nuestra tierra. Muchos de ellos fueron golpeados, detenidos, denigrados. Muchos están siendo juzgados y condenados duramente sin haber hecho el mal”.

“No queremos volver a ver policías golpeando y maltratando a su propio pueblo, declaran en otra parte de la carta los sacerdotes y el diácono. “No queremos que se vuelva a derramar sangre, no queremos volver a escuchar disparos. No, porque ese no es el camino que nos llevará a la Cuba que necesitamos y que todos deseamos.

A raíz de las protestas populares del 11J, la Iglesia Católica cubana y sus distintas comunidades y agrupaciones se han manifestado a favor del derecho del pueblo a manifestarse pacíficamente, desde el civismo, y contra cualquier tipo de violencia ejercida por las autoridades sobre los ciudadanos. El 12 de julio, las miembros en pleno de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba emitió un comunicado donde llamaban a no “cerrar los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo”, advirtiendo que “la violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana que costará mucho trabajo superar.”

A su vez, la Conferencia Cubana de Religiosas/os (CONCUR) ha ofrecido desde entonces un servicio de acompañamiento a los detenidos a raíz del 11J y a sus familiares en Cuba, asesorándolos para la presentación del recurso de Habeas Corpus, la ayuda para localizar a los detenidos y el acompañamiento espiritual y psicológico a las familias. 

A continuación reproducimos el texto íntegro de la carta:

Carta Pública de Sacerdotes Cubanos

A las autoridades civiles y militares.

A los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria.

A los miembros de la Seguridad del Estado.

A todos aquellos que en estos días han sido convocados para reprimir la marcha ciudadana del 15 de noviembre.

Los que firmamos esta carta somos cubanos, sacerdotes católicos llamados a ser pastores de nuestro pueblo, que queremos sólo el bien de nuestra patria, queremos una Cuba donde reinen la justicia, la libertad y la paz.

El 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles con un clamor que durante muchos años fue un grito ahogado: ¡Libertad! Libertad para expresarnos sin ser reprimidos, para que exista una pluralidad política, para ser protagonistas de la marcha y el destino de nuestra tierra. Muchos de ellos fueron golpeados, detenidos, denigrados. Muchos están siendo juzgados y condenados duramente sin haber hecho el mal.

En estos momentos el gobierno está haciendo lo imposible para que la población desista de la  manifestación pacífica programada para el 15 de noviembre. Hay un llamado masivo al enfrentamiento violento. Hay citaciones y advertencias a muchas personas que han expresado su adhesión a esta convocatoria. Y no estamos de acuerdo con eso, no queremos violencia, rechazamos la orden de combate, los palos entregados en los centros de trabajo, las convocatorias a “ejercicios de defensa”.

Si bien es cierto que ningún cubano debe alzar la mano contra su compatriota por el solo hecho de pensar distinto, mucho menos la policía que por vocación tiene el deber de dar ejemplo de civismo a toda la población, que existe para cuidar a los ciudadanos y proteger el orden público.

No queremos volver a ver policías golpeando y maltratando a su propio pueblo. No queremos que se vuelva a derramar sangre, no queremos volver a escuchar disparos. No, porque ese no es el camino que nos llevará a la Cuba que necesitamos y que todos deseamos.

No golpees a los manifestantes porque tanto ustedes como ellos viven entre tanta escasez y miseria. No los calumnies como mercenarios, porque tanto ustedes como ellos tienen padres, madres, amigos, conocidos, que lo dieron todo por un ideal y que hoy no tienen nada. No les impidas marchar pacíficamente porque tanto ustedes como ellos quieren vivir sin miedo a decir lo que piensan, sin miedo a ser vigilados, sin miedo a “caer en desgracia”.

No arrestes a ningún cubano por expresarse en paz, por soñar, por sentirse con derecho a vivir en una Cuba de todos, por sentirse con derecho a participar en su construcción.

No reprimas, esta marcha es por ellos y es por ustedes.

Cuando se escriba lo que sucedió el 15 de noviembre, sólo habrá dos alternativas: hablar de aquellos que fueron convocados a golpear y reprimir pero decidieron proteger y cuidar a sus compatriotas; o se cuente cómo golpeaste a tu hermano y cómo reprimiste a aquel que estaba reclamando lo que otros muchos añoran.

Les pedimos que sigan siempre la voz de sus conciencias, esa voz que nos dice que el camino no es ni la intolerancia ni la represión. Hazlo por Cuba, por ti, por tus hijos. Este 15N elige el respeto, el cuidado, la paz, y no aceptes ninguna invitación a la violencia.

Todos somos cubanos, todos hermanos. Demos ejemplo al mundo diciendo sí a la paz, a la libertad y al civismo.

Que la Virgen de la Caridad del Cobre, Madre y Patrona de todos los cubanos, interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo; Él es nuestra paz. A sus pies encomendamos los esfuerzos y anhelos de los que sueñan y trabajan por una Cuba de todos, con todos y para todos. 

P. Alberto Reyes Pías

P. Rolando Montes de Oca Valero

P. Lester Zayas Díaz, OP

P. Jorge Luis Pérez Soto

Diac. Maykel Gómez Hernández, sdb

P. Jorge Luis Gil Orta

P. Fernando Gálvez Luis

P. Kenny Fernández Delgado

P. Ramón Rivas, sj

P. Danny Roque Gavilla, sj

P. José Conrado Rodríguez Alegre

P. Alberto Martín Sánchez

P. Eduardo Llorens Núñez, sj

P. Wilgen Cancio Álvarez, sdb

P. Castor José Álvarez Devesa

#CubaEsDeTodos

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