Carlos Quiñones, mejor conocido como El Carli, regresó este fin de semana a los titulares, pero no por un nuevo tema ni por una colaboración esperada. El joven reguetonero cubano fue hospitalizado en Miami tras presuntamente ser víctima de una fuerte golpiza que lo dejó tendido en el suelo. Así lo dio a conocer el influencer Un Martí To Durako, quien aseguró a través de su cuenta de Instagram: “Le cayeron a golpes y patadas en el piso por algo que hizo”.
La noticia, que rápidamente corrió como pólvora entre los seguidores del género urbano cubano, no sorprende del todo si se tiene en cuenta el historial de controversias que arrastra El Carli. Aunque muchos lo consideran una de las promesas más atrevidas del reguetón actual, su carrera ha estado marcada tanto por sus intentos de romper barreras como por los enfrentamientos que ha protagonizado, en redes y fuera de ellas.
Desde su llegada a Miami, El Carli ha generado opiniones divididas dentro de la comunidad cubana. Algunos celebran su atrevimiento, su estilo visual agresivo y su hambre de fama; otros critican lo que consideran provocaciones innecesarias y una falta de respeto a las raíces. Uno de los episodios más comentados fue cuando se tatuó el rostro de Karol G con la esperanza de llamar su atención para una colaboración. El gesto, que buscaba viralidad, terminó por sumarle detractores más que admiradores.
Las tiraderas también han sido parte de su estrategia de visibilidad. En particular, la que lanzó contra Ja Rulay -excompañero de dúo de Fixty Ordara- desató una respuesta contundente por parte de Fixty, quien no se guardó nada en su cuenta de Instagram: “Imagínate que como único se te escucha es en polémica con otro artista. Ningún artista cubano te descarga porque eres un engreído y sin hacer un show en Miami. ¿Ya te hiciste los análisis?”.
Pero la violencia no es nueva en la vida del joven artista. En febrero de 2023, ya había denunciado un atentado en su contra cuando fue atacado a tiros en plena calle de Miami. Según relató en sus historias de Instagram, él y su hermano salieron ilesos, aunque un acompañante resultó herido. Tras el incidente, ofreció una recompensa de 20.000 dólares a quien pudiera identificar a los agresores. Desde entonces, su entorno ha estado rodeado por una sensación de tensión constante.
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Ahora, la reciente golpiza vuelve a poner el foco en la vida de un artista que parece caminar por la cuerda floja entre la fama y el peligro. Aunque no se han ofrecido detalles sobre el motivo exacto del ataque, las especulaciones no se han hecho esperar, y algunos usuarios en redes ya vinculan el suceso con antiguas rencillas en el medio urbano.
