En un gesto que rompió con la imagen de reguetonero rudo y conquistador que muchos tienen de él, El Chulo sorprendió esta semana con una escena que desbordó ternura y humanidad. Lejos del bullicio de los escenarios y del ritmo imparable del género urbano, el artista cubano abrió una ventana íntima hacia su mundo familiar, regalando a sus seguidores una postal que muchos no esperaban, pero todos agradecieron.
“Esta pequeña parte de mi vida se llama ‘Felicidad’. Jadiel & Justin”, escribió en Instagram junto a una fotografía profesional donde sus dos hijos aparecen vestidos con ropa deportiva de la marca Jordan. El mayor, Jadiel, carga con delicadeza a su hermanito recién nacido, Justin, en una imagen que transmite cuidado, dulzura y un vínculo que apenas comienza a tejerse.
La instantánea, obra de @laurapalaciophotography, fue recibida con una ola de cariño virtual. Miles de seguidores reaccionaron con corazones, emojis de ternura y mensajes de admiración. Entre ellos, varios colegas del género urbano se sumaron al aplauso. El Micha comentó: “Lo más real que tenemos hermanito”, mientras Jacob Forever respondió con una avalancha de aplausos y afecto digital. No es común ver al círculo del reguetón unido por una imagen familiar, y ese detalle añadió valor simbólico al momento.
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La publicación llega apenas una semana después del nacimiento de Justin, fruto del amor entre El Chulo y su pareja, María Karla Castro. Desde el hospital, ambos compartieron hace pocos días las primeras fotos de su bebé, visiblemente emocionados y agradecidos por la llegada de un nuevo capítulo en sus vidas.
Pero lo que más ha llamado la atención es el compromiso visible y constante que el reguetonero ha mostrado con la paternidad. En otro post reciente, reflexionó con madurez:
“Ser un buen padre es un viaje de crecimiento continuo, marcado por el amor, la dedicación y la capacidad de adaptarse a las necesidades de los hijos. Implica estar presente en su vida, brindarles apoyo emocional, enseñarles valores y guiarles en el camino de la vida”.
Estas palabras no son solo retórica para alimentar la imagen pública. Quienes han seguido la evolución artística y personal de El Chulo han sido testigos de una transformación evidente: del joven que rompía charts con letras picantes al hombre que ahora dedica publicaciones enteras a celebrar el amor paterno, la familia y el equilibrio emocional.