Una cubana radicada en Miami, Florida, e identificada en redes sociales como Yeny Yeny, ha dividido opiniones entre sus miles de seguidores tras anunciar que asistió a su cita ante un juez de inmigración la pasada semana para pedirle permiso para autodeportarse a Cuba.
Después de seis años viviendo en Estados Unidos, en los que no ha podido regularizar su estatus migratorio, Yeny Yeny dejó claro que el principal motivo para solicitar su salida voluntaria de Estados Unidos es poderse reencontrar con la mayor de sus hijos, a quien no ha podido sacar hasta ahora de Cuba.
“Yo llevo seis años en este país”, al que “vine con un propósito: salir adelante y traer a mi hija conmigo, pero no lo logré”, señaló visiblemente emocionada la joven, que dio a luz a otros dos hijos en Estados Unidos y que ha decidido irse, pese a que su próxima cita en una corte de inmigración fue fijada para “el 2028 o el 2029”.
“Mis otros hijos, gracias a Dios, tienen su vida resuelta, porque nacieron en este país y son ciudadanos americanos y eso nadie se los va a quitar nunca”, señaló convencida de que “el tiempo vale oro” y que nada reemplaza la presencia de una madre.
“Yo felizmente pedí mi salida voluntaria, repito, señores, miren, se los juro por lo más grande, por mis niños, estoy feliz. Estoy feliz. Me voy feliz. No estoy triste. Si yo me hubiera querido quedar, podía quedarme tres años más, pero no quiero. Prefiero estar al lado de mi hija y no perder un año más”, expresó.
“Uno cree que al hijo no le falta nada porque le compras cosas, pero al final le falta uno. Ellos no quieren juguetes ni comida; quieren que uno esté con ellos”, apuntó sobre los sacrificios que hacen muchos padres al emigrar y cómo nada sustituye el afecto y la cercanía familiar.
Yeny Yeny, natural de Ciego de Ávila, explicó que su hija tiene apenas 10 años y que siente que todavía está “a tiempo de recuperar su infancia”, de acompañarla a la escuela y de compartir los años más difíciles de su crecimiento.
“No quiero cambiar más a mi hija por este país, por un bienestar. Si al final uno nunca sabe lo que va a pasar mañana”, concluyó.
En varios videos esta madre detalló que, si bien el juez pudo haberle puesto “un castigo”, como el no poder entrar al país norteamericano en varios años, salió sin ninguna penalización. “Cuando te deportan te prohíben entrar en 10 años y cuando pides la salida voluntaria te dan una penalización de seis meses a cinco años”, explicó al agradecer que además el juez le dio seis meses de plazo para abandonar el país.
“No pierdas tiempo pensando en qué hubiera pasado. Vive tu presente, que eso es lo único que realmente tenemos”, respondió a una internauta que le cuestionó cómo va a irse a Cuba su allí “se están muriendo los niños y todos de las enfermedades”.
Yeny Yeny, quien al parecer recibió una I-220A tras cruzar la frontera sur de Estados Unidos “por el río”, precisó que tenía una solicitud de asilo pendiente y que asistió a la corte sin abogado porque iba ya con la idea de pedir su autodeportación.
Además, la joven dejó claro que, abandonar Estados Unidos de esta manera, podría volver a entrar de forma legal “cuando quiera”. Según dio a entender, podría reingresar a través de una petición de reunificación familiar puesta por su pareja.



















