Omara Durand se retira como lo hizo su antecesor Mijain López hace un mes entre los olímpicos, en la cima, en lo más alto del podio. Pero nadie escarmienta por cabeza ajena y otros, muchos, prefieren la jubilación en medio del ocaso.
Durand ganó tres medallas de oro: una entre nada menos las 29 medallas de oro que sólo en los 100 metros planos en hombres y mujeres se otorgan en los Juegos Paralímpicos. Además se impuso en los 400 y 200 lisos también entre esa similar de premios dorados. En su caso es la categoría T12 para débiles visuales donde se puede optar o no por tener un guía en la carrera. Los atletas ciegos compiten en T11, con los ojos vendados y con un guía.
Hay que tener un manual para entender las mil y una categorías pero es la fórmula para una competencia lo más justa posible en función del nivel de discapacidad de los deportistas.
Con su faena en el estadio parisino, la santiaguera contribuyó con la mitad de la cosecha dorada de Cuba en su total de 10 metales: 6 de oro, tres de plata y una de bronce.
Para ella fueron los quintos Juegos Paralímpicos sucesivos. Luego de irse sin medallas de Beijing 08, ha conseguido preseas en los últimos cuatro: dos oro en Londres, en 400 y 100; tres oro (100,200, 400) en Rio de Janeiro, otras tres en iguales distancias en Tokio y ahora en París, para un total de 11 pergaminos dorados, un botín que habría que hurgar en la complicada estadística histórica de los Juegos Paralímpicos para confirmar, como se hizo en el caso de Mijaín López, si la cubana sería la máxima ganadora de medallas de oro en el paratletismo no sólo en su categoría de débiles visuales.
Durand, que cumplirá 33 años en noviembre, también en su trayectoria ha impuesto records mundiales en las distancias cortas y ganado numerosos títulos en Campeonatos Mundiales para discapacitados y Juegos Parapanamericanos.
El entusiasmo que despertó entre sus seguidores se reflejó en los numerosos elogios en las redes sociales. Incluso el enviado especial a París del sitio oficial «Jit» dio rienda suelta al teclado y llegó a escribir en alusión presuntamente Durand: «Su elegancia prestigió el escenario y no al revés, a partir de este sábado se dirá que en este estadio la selección de Francia ganó la final de la Copa Mundial de la FIFA de 1998, con Zinedine Zidane a la cabeza, y que corrió Omara por última vez».
Entre los usuarios de la Internet se leyeron disímiles mensajes, algunos llamativos como el de Richard Badía: «Lágrimas de oro…Cuál Mariana !….Cuál Leonor! (en alusión a Mariana Grajales y Leonor Pérez, madres de Antonio Maceo y José Martí)
En declaraciones a la radio oficial cubana Omara reveló que la gravedad de su problema visual puede resolverse con una operación: se trata de una catarata congénita «que puede tener solución» aunque es complicado al tener un queratocono en cada ojo.
No quedó claro si este dictamen médico es reciente o si por cumplir el compromiso deportivo ha estado postergando la intervención quirúrgica en detrimento de la salud. No suelen ser muchos los atletas que pueden deshacerse de sus discapacidades congénitas o por accidentes.
Pero ya oficialmente dejará de ser paralímpica, y dedicará tiempo a sus deseos de tener otro hijo y a estudiar. Pero también a su otra carrera que llevará la mayor parte del tiempo, la política, pues desde 2018 es diputada al Parlamento cubano y desde abril de 2023 fue elegida al Consejo de Estado para ocupar la plaza de la defenestrada comisionada nacional de atletismo, Yipsi Moreno, campeona olímpica en disco de Beijing, actualmente en los planes de la Federación Albanesa de Atletismo a sus 42 años.
«Para mí lo más importante es formar parte del proceso revolucionario que se vive en la Isla» declaró entonces Durand a «Jit».
Pese a su espectacular actuación en París, Omara conoció mismo día de su última medalla de oro que no había resultado reelecta dentro del Consejo de Atletas del Comité Paralímpico Internacional, al no lograr los votos necesarios al terminar el proceso eleccionario que se extendió del 26 de agosto al cinco de septiembre.
Se presentaron 25 candidatos en representación de 12 deportes diferentes de cuatro continentes. En total, 1.821 atletas emitieron su voto. Se escogerían los seis más votados. La cubana finalizó en el lugar 14 con 194 votos. El sufragio se llevó a cabo principalmente en la Villa Paralímpica, pero también en otras instalaciones parisinas.
La aspiración de que un deportista cubano con méritos suficientes no termine en frustración tiene mucho que ver con las gestiones promocionales y de contacto directo que deben realizar desde los principales dirigentes de una delegación hasta el último de sus miembros, a pesar del handicap que resulta el número de integrantes y la influencia de otras potencias deportivas. No obstante a ello, Durand ya había sido electa en Tokio 2021.
Ya en 2016 durante los Juegos Olímpicos de Verano en Río de Janeiro, el luchador Mijaín López, con todo y haber logrado en la cita carioca su tercera medalla de oro olímpica, también se postuló a la Comisión de Atletas del COI, y no fue electo. Quizas ahora en París, con su nueva hazaña, prevista, hubiera sido idóneo que el Movimiento Deportivo Cubano hubiera decidido nominarlo nuevamente.
El Consejo de Atletas del Comité Paralímpico Internacional (IPC) está formado por nueve miembros, entre los que se incluyen los seis miembros de deportes de verano elegidos en París 2024, que cumplirán un mandato de cuatro años. Se unirán a los tres representantes de invierno que fueron elegidos durante los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pekín 2022 , así como al miembro designado Greg Polychronidis de Grecia y al presidente de la Comisión de Atletas del COI. El IPC puede nombrar hasta cinco miembros para que presten servicios en el Consejo y quizás se acuerden Omara.