El Ministerio de Turismo señaló que las personas que critican La Torre K, el hotel más grande Cuba, construido en medio de la grave crisis que vive el país, lo hacen desde «desde la frustración».
“Las críticas que se lanzan desde la frustración inmediata pueden sonar contundentes, pero no construyen nada. Nosotros, los que defendemos nuestras raíces, entendemos que Cuba no se mira desde el chiste ni desde la burla: se mira desde la historia que nos trajo hasta aquí y desde la voluntad de seguir adelante, aun con carencias, con la certeza de que lo nuestro vale y se defiende”, señaló una publicación de ese organismo.
El Mintur calificó las críticas de «injustas: «Resulta injusto que una publicación se convierta en un blanco de burlas y descalificaciones que terminan atacando no solo a una institución, sino a principios que forman parte de nuestra identidad como cubanos. Nuestro país siempre ha apostado por el desarrollo del turismo como una vía legítima para sostener la economía nacional, en medio de bloqueos, campañas de descrédito y dificultades que no son nuevas ni surgieron de la nada”, dijo la publicación.
La nota indica que La Habana «es símbolo de resistencia» y que su identidad no se puede reducir a «apagones».
“La Habana —con todas sus luces y sombras— sigue siendo una ciudad símbolo de resistencia, de historia y de cultura viva. Reducirla solo a apagones o problemas es desconocer la esencia del pueblo que la habita: un pueblo que ha sabido levantarse una y otra vez, que no renuncia a su dignidad y que no se deja llevar por rumores ni manipulaciones que buscan sembrar descontento”.
El Mintur relacionó la construcción de La Torre K con el derecho de la » nación a crecer».
“Ante esto ( las críticas) respondemos: defender lo que es de Cuba —sea un hotel, un proyecto o un espacio de desarrollo— no es aplaudir lujos, sino afirmar nuestro derecho como nación a crecer, a crear y a mostrarnos al mundo sin complejos. Las raíces cubanas no se destruyen con crisis ni con sarcasmos: se sostienen con orgullo, memoria y sentido de pertenencia”, apuntó la publicación.
La edificación de este hotel de lujo ha sido fuertemente criticada debido a la cantidad de recursos que destinó el gobierno en su construcción mientras los hospitales carecen del material más básico y los cubanos no pueden encontrar los medicamentos en las farmacias para tratar o curar sus dolencias por mínimas que sean.



















