Numerosos cubanos son actualmente beneficiados por las distintas becas que ofrece el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México, que se han convertido en una de las alternativas para emigrar temporal o permanentemente de la Isla y labrarse un futuro en el campo académico.
Una nueva modificación en el reglamento pudiera retirar los fondos a los becarios extranjeros que participen en protestas de cariz político en el país, y a los mexicanos que cursen estudios en otras naciones e igualmente se manifiesten en las calles motivados por iguales razones.
La versión actualizada del Reglamento de Becas para el Fortalecimiento de la Comunidad de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación que el Conacyt ha remitido a la Comisión de Mejora Regulatoria (Conamer), también incluye entre los becarios susceptibles a la rescisión, del contrato, en este caso temporal, a las mujeres que se hallen embarazadas, en proceso de parto o puerperio.
El período de tiempo que estas condiciones les impidan desarrollar sus estudios, no será cubierto por los fondos de Conacyt, en franco acto de discriminación a la mujer, así como el veto condicionante a la participación política individual de los becarios es una agresión al derecho a la libertad de expresión.
Estas nuevas normativas modifican dos de los artículos del actual reglamento en vigencia desde febrero de 2018. De ser aprobado, el nuevo inciso a) del acápite II del Artículo 16 dispondrá que “la o el becario que realice sus estudios o proyecto fuera del país, así como la o el becario extranjero que realice sus estudios en México, deberán respetar la legislación y normativa del país anfitrión, así como abstenerse de participar en cualquier tipo de evento o manifestación política”.
El periodista José Raúl Gallego, una de las voces reconocidas por su intenso activismo opositor de las autoridades cubanas declaró en su perfil de Facebook que de concretarse el anteproyecto en revisión “me pueden poner de primero en la lista para perder la beca”, la cual comentó haberla ganado “durante dos administraciones de signo político diferente y hasta ahora nadie me ha condicionado políticamente ese beneficio. A diferencia de Cuba, nadie me ha dicho que debo agradecer a Peña Nieto o a López Obrador, no solo por siendo extranjero estudiar gratis, sino porque me paguen por estudiar. Espero que eso no cambie en México”.
“Si en medio de un sistema represivo como el cubano no me callé, no lo voy a hacer estando fuera de mi país y ejerceré mis derechos ciudadanos cada vez que lo entienda”, añadió Gallego.
El pasado año, muchos cubanos residentes en México gracias a proyectos, maestrías, doctorados o cursos cubiertos por estas becas, participaron activamente en protestas frente a la Embajada de Cuba en esa nación y otras instituciones, como acto solidario con las manifestaciones sucedidas en la Isla el 11J, el 15N y en otros momentos, así como para reclamar la libertad de los presos políticos y protestar por la visita oficial del mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez al país. Estas últimas fueron vigiladas por fuerzas policiales y agredidas por partidarios del gobierno cubano.
“Una vez más, el gobierno de López Obrador manda señales preocupantes de conductas autoritarias que atentan contra la ya frágil democracia de este país. La democracia cuesta mucho construirla, pero se puede destruir muy rápido”, sentenció José Raúl Gallego en el post referido.
La reescritura del Artículo 20 establecerá que entre “causas de suspensión de la beca o del apoyo, las siguientes […] cuando alguna becaria que se encuentre embarazada, en parto o puerperio, así como a los becarios que sean padres, presentando la documentación que lo acredite”.
Un tercer motivo o grupo de motivos provocará la suspensión temporal o permanente de las becas del Conacyt: el surgimiento de una incapacidad temporal o una situación fortuita o de fuerza mayor. Para reanudar la beca estas dificultades “deberán estar justificadas y acompañadas con la documentación que lo acredite”.
Entre las causas de cancelación se enumera la incapacidad física o mental, cuya naturaleza deberá ser acreditada por documentos certificados por instituciones médicas en el extranjero o, en el caso de nacionales, de instituciones de salud del sector público mexicano.
