Las redes sociales en Cuba se han convertido una vez más en el lugar donde las familias, los amigos y los vecinos expresan su dolor ante la muerte de dos jóvenes en accidentes de tránsito ocurridos en distintos puntos del país. Se trata de Ray Reyes Brizuela, en Sancti Spíritus, y de Isael Pérez, en La Habana, ambos recordados con afecto en mensajes que, aunque espontáneos, también dejan entrever los detalles de lo sucedido.
El caso de Ray Reyes Brizuela salió a la luz en los muros de sus allegados. Su suegra, Grettel Pino Jiménez, fue quien dio a conocer el hecho de su muerte y quien confirmó en un comentario lo que muchos preguntaban: “se mató en una Honda. Era mi yerno”.
Con esas pocas palabras, en medio de decenas de expresiones de pésame, quedó claro que el joven perdió la vida en un accidente de moto. Tenía un hijo pequeño, a quien familiares y amigos mencionan insistentemente en las condolencias.
“Siempre te recordaremos en nuestras vidas”, escribió una de sus tías, mientras otros recordaban su último cumpleaños o pedían fuerza para su pareja y el niño que deja atrás. Sancti Spíritus, como casi toda la isla, vive un boom de motos —muchas de ellas potentes y de alto cilindraje— y no son raros los choques que se cobran la vida de conductores jóvenes.
El segundo hecho ocurrió en la capital el pasado 26 de agosto, en un lugar que ya carga con una triste reputación: el Puente del Cotorro.
Allí murió Isael Pérez, según confirmaron sus amigos y excompañeros de escuela. “Un accidente en el puente del Cotorro”, respondió una usuaria de Facebook a quienes preguntaban incrédulos cómo era posible la noticia. La página Infotransporte, que suele reportar sin rodeos lo que ocurre en las carreteras, publicó que “se reporta gran accidente en el Puente del Cotorro, se dice que existe una persona fallecida”.
Horas después, los propios conocidos de Isael confirmaban que el fallecido era él. “Se llamaba Isael Pérez, amigo y hermano, EPD”, escribió un compañero.
Los muros se llenaron entonces de recuerdos compartidos: “era alegre y divertido siempre”, “un muchacho sano, que no se merecía eso”, “guía a tu niña desde arriba”, repetían sus amigos, aludiendo a la hija pequeña que deja huérfana.
Los testimonios no dejan dudas de que era querido en su barrio y entre sus colegas de la secundaria y la escuela de enfermería. La noticia golpeó fuerte a una comunidad joven que aún no se acostumbra a perder amigos en accidentes de carretera.
El puente del Cotorro se ha convertido en un punto negro de la geografía vial cubana. Vecinos recuerdan que el 5 de enero, el 22 de abril y el 1 de junio de este mismo año ocurrieron otros accidentes allí.
En enero, un triciclo chocó contra una guagua y afortunadamente no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas.
Sin embargo, en el accidente ocurrido en abril se reportó un fallecido.
Más lamentable aún fue el saldo de las víctimas en el accidente ocurrido en ese fatídico lugar (El Puente del Cotorro), donde en un inicio se reportó que las víctimas fatales fueron dos; aunque otras publicaciones señalaban tres y hasta cuatro. Según se conoce, el chofer de un auto de turismo, que conducía a exceso de velocidad y bajo los efectos del alcohol, impactó contra varias motos que circulaban por el lugar en el que, además, la falta de iluminación es notoria.
La combinación de alta velocidad, imprudencias y mala señalización convierte ese tramo en escenario recurrente de tragedias, algo que los usuarios repiten en comentarios: “hace falta más señalización en ese tramo”, escribió uno de los lectores de Infotransporte. El historial refuerza la percepción de que se trata de un sitio especialmente peligroso y que las autoridades deberían intervenir de manera más decidida.





