La reciente declaración del artista e intelectual cubano Yunior García Aguilera de que el domingo 14 de noviembre marchará solo a las 3:00 de la tarde desde el Parque del Quijote hasta el Malecón habanero, fue respondida por la Seguridad del Estado cubana con una amenaza directa de encarcelarlo en la prisión Combinado del Este si se atreve a salir, según declaró a la cadena CNN en Español quien ha devenido el rostro más visible de la oposición cubana en estos momentos, tras haber convocado a varias acciones cívicas de disenso y gestado el grupo Archipiélago.
“Estaban intentando que yo dijera algo o tomara alguna decisión que significara una marcha atrás. Yo les expliqué que ya no tengo otra decisión que tomar”, añadió el joven dramaturgo, quien ya había anunciado que portará el domingo una rosa blanca en referencia directa a los muy conocidos versos de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, que rezan: Cultivo una rosa blanca/ En junio como en enero/ Para el amigo sincero/ Que me da su mano franca./ Y para el cruel que me arranca/ El corazón con que vivo./ Cardo ni oruga cultivo/ Cultivo la rosa blanca.
La fuerte simbología del gesto responde a los constante llamados al diálogo, a la paz, al cese de la violencia, a la construcción conjunta de la nación y a la concordia entre cubanos a que Yunior y Archipiélago han llamado y por los que marchan.
El propio lema “Patria y vida”, popularizado por el tema musical que este año está nominado a Canción del Año en los Grammy Latinos, también ha sido identificado como un llamado a la paz y la inclusividad, contrario al lema oficial de Patria o Muerte que obliga a escoger y solo da opciones terrible como el fin de la vida.
A la par, el hashtag #TodosConYunior se ha vuelto viral en las últimas 48 horas en redes como Twitter, donde ya supera los 7 K de interacciones, los 500 comentarios, y el alcance de los twits rebasa los 300 K, demostrando un gran apoyo por parte de los cubanos, que han convertido las redes sociales en importantes plataformas de protesta civil.
Esto es así hasta el punto que, recientemente, Bruno Rodríguez Parrila, Canciller del Estado cubano amenazó públicamente con demandar a Facebook por acoger grupos privados “desestabilizadores” como Archipiélago. Incluso, en el programa televisivo oficial Con filo declararon recientemente que Cuba “no es un archipiélago”, sino “un continente”, en un intento de crear metáforas como la de los “62 mil milenios” que le quedan a la Revolución, según cantaron intérpretes fieles al gobierno en un tema compuesto por Raúl Torres.
A pocos días del 15N, también circulan fuertes rumores de que el servicio de internet será vedado a los ciudadanos cubanos entre los días 13 y 17 de noviembre “por mantenimiento”, a raíz de una información que la estatal Empresa de Comunicaciones S.A, ETECSA ha desmentido con énfasis con una nota oficial. Mientras que esta práctica estatal se ha vuelto común en momentos de máxima tensión social, como el 11J y los días que lo sucedieron.
Luego de que el artista visual y activista Luis Manuel Otero Alcántara, integrante del Movimiento San Isidro fuera internado en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, Yunior García ha descollado como la figura más incómoda para el gobierno cubano y el Partido Comunista, quienes han dedicado grandes campañas mediáticas, tanto en redes como en la televisión, para desacreditar al joven artista y por ende deslegitimar todos los argumentos de quien a partir del 27N de 2020 se ha venido convirtiendo en una figura de convocatoria y prestigios sobre todo entre artistas e intelectuales.
Estos acudieron a su llamado frente al Ministerio de Cultura tras la irrupción el día antes de fuerzas de la seguridad en la sede se San Isidro donde desde hacía días Otero Alcántara y otros de sus miembros guardaban una huelga de hambre. Luego, fue seguido el 11J hasta las puertas del antiguo ICRT, en medio de las protestas en calles de toda Cuba, para solicitar un espacio para la oposición en los medios oficiales. Luego de sufrir prisión más de 24 horas, Yunior ideó el grupo Archipiélago en Facebook, como plataforma cívica inclusiva cubana que impulsaría acciones por el cambio político y social en Cuba.
Entre los muchos argumentos empleados por los defensores del estado para tales propósitos está la comparación de Yunior Aguilera con el político, escritor y también dramaturgo checo Václav Havel (1936-2011), quien fuera el último presidente de la república socialista de Checoeslovaquia (1989-1992) y primero de la República Checa (1993-2003), luego de la caída del campo socialista de Europa del Este.
Hável fue portavoz de la conocida como Carta 77, que luego de la invasión soviética a Checoslovaquia en 1968, solicitaba a los dirigentes de esa nación adherirse a los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que había firmado.
Luego de sufrir cárcel entre 1979 y 1984, por esta apelación pacífica al gobierno, continuó sus actividades políticas, siendo elegido en 1989 líder del grupo opositor Foro Cívico, uno de los factores más importantes de la conocida como Revolución de Terciopelo, que llevó a que el gobierno checoeslovaco modificada la constitución en noviembre de 1989, eliminando el unipartidismo comunista.
Ya para diciembre, el presidente Gustáv Husák dimite y es sustituido por Havel. Las elecciones libre de junio de 1990 tuvieron como ganadores respectivos en la República Checa y en Eslovaquia, al Foro Cívico y a su equivalente Ciudadanos contra la violencia.
Los portavoces del gobierno cubano claman que Havel fue una construcción de las agencias de inteligencia de Occidente para ejecutar lo conocido como “golpe blando”, argumento que deslegitima toda posibilidad de movimiento espontáneo de las fuerzas cívicas y cualquier sinceridad consecuente.
Yunior García sería un nuevo producto de estos poderes encubiertos, lo cual favorece la imagen de “mercenarios” con que el mandatario Díaz-Canel y otras autoridades etiquetan a todos los opositores. La reciente intervención televisiva del doctor Carlos Leonardo Vázquez, agente de la seguridad del estado durante 25 años, intenta relacionar al intelectual con intenciones de la CIA para conseguir “un enfrentamiento de las Fuerzas Armadas con el pueblo”, sin verdaderas pruebas concretas.
