Inmunidad de rebaño: la solución que encontró el MINSAP para resolver epidemia de arbovirosis en Matanzas

Havana
nubes dispersas
29.2 ° C
29.2 °
29.2 °
61 %
4.1kmh
40 %
Dom
29 °
Lun
26 °
Mar
25 °
Mié
26 °
Jue
25 °

La provincia de Matanzas aparece hoy en los partes oficiales del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) como ejemplo de “epidemia en proceso de resolución”. ­Según informes del diario oficial provincial Girón, más de 4 000 personas por semana habían presentado síndrome febril en los meses de mayor contagio por virus transmitidos por el mosquito, como el chikungunya y el dengue ­—y sin embargo, el MINSAP dice que ya solo hay “casos aislados”.

Según Girón, que se hace eco sin cuestionamientos de todas las barbaridades que dicen y orientaciones que reciben «desde arriba», las autoridades sanitarias provincial y nacional sostienen que el aumento de los estudios de casos, la disminución de ingresos y la baja en la gravedad permiten afirmar que el brote está controlado.

En palabras de Andrés Lamas Acevedo, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología: “(Hay) disminución de febriles, de ingresos hospitalarios y en la gravedad de los casos, (lo que) evidencia que la epidemia está en proceso de resolución total. Las bajas temperaturas de estos días son favorables para que el mosquito demore en eclosionar, en salir del huevo.”

Obvió decir este «personaje», que a este «logro» se ha llegado porque Matanzas alcanzó la llamada inmunidad de rebaño con relación al chikungunya.

La inmunidad de rebaño es un fenómeno que ocurre cuando una mayoría de la población ya se ha enfermado o está protegida contra un virus, y este empieza a circular con menos fuerza porque encuentra menos personas susceptibles. No implica que la enfermedad haya desaparecido, ni que las personas estén a salvo: solo significa que el brote pierde velocidad porque casi todos ya pasaron por él. En el caso de enfermedades como el dengue o el chikungunya, donde no existe una vacunación masiva que genere protección, alcanzar la inmunidad de rebaño equivale a admitir que miles tuvieron que contagiarse para que la curva descendiera.

Tampoco es una solución estable. La protección puede disminuir con el tiempo, y mientras existan mosquitos y condiciones propicias para su reproducción, pueden surgir nuevos brotes. Por eso los epidemiólogos no la consideran una estrategia, sino la consecuencia de un sistema incapaz de cortar la transmisión a tiempo: es el resultado natural de dejar que el virus avance, no el fruto de una política sanitaria efectiva.

Dicho esto, no estamos lejos de saber porqué los cubanos consultados con relación a este logro lo consideran – los consideran a ellos – una “partida de faltas de respeto”.

La paradoja es que mientras se afirma la “inmunidad de rebaño” como mecanismo de contención, múltiples testimonios de residentes matanceros contradicen esa narrativa. Y eso por no hablar de aquellos que han estado días en cama, adoloridos, sin poderse mover y… ¡de los muertos!

“Todo se da en cifras aparentes y no reales, la mayoría no asiste a las instituciones de salud y por lo menos donde vivo, nunca he visto a nadie haciendo pesquisa. Yo voy para dos meses con este virus terrible y no soy número en ninguna parte”, comentó un usuario en una publicación hecha por el periodista Alberto Arego en sus redes sociales.

Otro añade: “Hace meses que Matanzas está sufriendo con las arbovirosis. Hemos pasado la llamada inmunidad de rebaño y hay personas que se han vuelto a contagiar porque hay como cinco activas. La tendencia es decreciente por lógica, porque ya todo el mundo enfermó y por el cambio de temperatura. Aquí no hay nada que celebrar.”

Los medios oficiales no han publicado datos desagregados que demuestren cuántos habitantes enfermaron, cuántos ingresaron al hospital o cuántos casos graves persistieron; el discurso se limita a la “participación de todos” y a la responsabilidad individual, sin detallar porcentajes o mapas de contagio por municipio. Por ejemplo, el portal CubaNet señala que el MINSAP reconoció más del 30 % de la población cubana contagiada por arbovirosis, sin embargo evitó precisar la cifra exacta para Matanzas.

Mientras tanto, el diario Girón amplifica la versión oficial del control epidémico y la supuesta inmunidad de rebaño, reforzando la narrativa del Estado sin cuestionar ni confrontar los testimonios denuncia de abandono, falta de medicamentos y ausencia de pesquisas domiciliarias.

El diario ha estado dando «bandazos» desde hace ya varios meses entre el ejercicio de la crítica y el criticar sin mencionar al culpable. Así hemos sido testigos de denuncias sobre la escasez del agua, como esta otra reciente.

Sin embargo, al mismo tiempo, se bajó una pieza de la mano del joven periodista Gabriel Rodríguez Torres, quien presumió de analista financiero y económico para intentar, una vez más, quién sabe si siguiendo indicaciones de su amo, enlodar a elTOQUE.

La publicación desató una serie de comentarios de reprobación por parte de los internautas.

Una internauta, Lily Sera, les planteó una pregunta muy sencilla. La respuesta del diario dejó mucho que desear: un enlace a una publicación donde se señala que «Matanzas va hacia el control de la situación epidemiológica». ¿A costa de cuántos fallecidos? No lo dicen.

El texto, escrito por Ana Cristina Rodríguez Pérez señala además que «la provincia de Matanzas llegó a reportar más de 4 000 casos semanales de febriles en el pico de la epidemia por arbovirosis, asociados a la circulación de los virus de dengue y chikungunya», una cifra por demás manipulada y sobre todo muy ajena a la verdad.

Esa inclinación de Girón deja en evidencia un periodismo local al servicio del relato gubernamental, más que un ejercicio de vigilancia periodístico. La conclusión a la que arriba el medio oficialista es crítica: se presenta como solución lo que en otro contexto sería señal de desastre —la inmunidad de rebaño—; se mezcla propaganda con estadísticas opacas; se invisibilizan los reclamos del personal médico y los testimonios de la calle; y el diario Girón se convierte en retransmisor de la versión oficial en lugar de altavoz de la comunidad afectada.

En Matanzas, más que una celebración, la urgencia sigue siendo la transparencia, la atención médica y la verdadera ruptura del ciclo de contagio y abandono.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Quieres reportar algo?

Envía tu información a: [email protected]

Lo más leído

Quizás te interese

Envíos a CUBA desde → $1.79 x LBENVÍA AQUÍ
+