El paso del huracán Oscar por el oriente de Cuba ha dejado una estela de devastación que afecta gravemente a la población local. Aún no se ha logrado establecer un balance completo de los daños, pero más de 6.000 personas han sido afectadas, especialmente en zonas costeras de San Antonio del Sur y Baracoa. Se reporta la destrucción total del campo salinero de San Antonio del Sur, mientras que 200 hectáreas de tomate y casi el 50% de las plantaciones de plátano fueron arrasadas.
Oscar, que entró a Cuba el pasado domingo 20 de octubre como un huracán de categoría 1, causó fuertes inundaciones.
De acuerdo con el Instituto de Meteorología (Insmet), algunas áreas registraron acumulados de lluvia de hasta 630 milímetros, particularmente en el Valle de Caujerí.
El huracán Oscar ha dejado una devastación considerable en los municipios más afectados por inundaciones nunca vistas en la región. La magnitud de los daños ha obligado a las autoridades a centrar sus esfuerzos en la recuperación y rescate, mientras miles de personas permanecen en situación crítica debido a la pérdida de sus hogares. Las evacuaciones preventivas lograron trasladar a más de 15,000 personas a zonas seguras, con 9,000 evacuados en Imías y 6,000 en San Antonio del Sur.
Además, las lluvias torrenciales y los fuertes vientos de Oscar arrasaron con cientos de viviendas e infraestructura clave, incluyendo almacenes, farmacias y escuelas. En Baracoa, se reportaron daños en más de 700 viviendas, mientras que en Maisí, alrededor de 340 casas quedaron sin techos. En las zonas agrícolas, el impacto ha sido devastador, con plantaciones de café, plátano y tomate gravemente afectadas, lo que supone un duro golpe para la economía local.
Aunque el huracán Oscar ha abandonado la isla, la incertidumbre pesa sobre las 4.000 familias damnificadas que han perdido sus hogares y cultivos.
«Seguimos sin electricidad, y no sabemos cuánto tiempo tomará restablecer los servicios básicos», comentó un residente de Baracoa en un informe de la televisión estatal.
Díaz-Canel mientras tanto ha prometido ayuda y ha mencionado «acciones que se acometerán tan pronto sea posible»; «recursos necesarios en función de la protección al pueblo y el resarcimiento de los daños en el menor tiempo posible»; y dijo además que «La respuesta del Partido, el Estado y el gobierno será indetenible en función del pueblo. Trabajamos sin desaliento, con la convicción de no rendirnos y de superar las adversidades por muy difíciles que sean, como nos ha enseñado la Revolución».
Lo mismo dijo cuando Ian arrasó en Pinar del Río hace dos años. Allá todavía hay gente esperando por la ayuda prometida.
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