El gobierno cubano intentó adquirir gases lacrimógenos y otros materiales represivos por valor de 350 mil euros en España en el primer semestre de este año, pero el ejecutivo ibérico no autorizó la venta para evitar la violación de los derechos humanos por parte de las autoridades en la isla.
Un informe citado por el diario español Público precisa que el gobierno encabezado por Pedro Sánchez denegó la «exportación a Cuba de 2.500 cartuchos lacrimógenos y fumígenos y 40 artificios de luz, sonido y lacrimógenos por valor de 350.000 euros con destino al Ministerio del Interior».
El reporte entregado al Congreso por la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU) indica que el ejecutivo español rechazó la exportación basándose en lo estipulado en los documentos que rigen la llamada Posición Común de los países miembros de la Unión Europea respecto a Cuba.
En específico, la junta aludió al criterio número Dos de dichos documentos, que se refiere del «respeto de los derechos humanos en el país de destino final» de la exportación de armamento, así como el «respeto del Derecho internacional humanitario por parte de dicho país».
En 2021 el gobierno español recibió fuertes críticas por entablar negociaciones para vender material antidisturbios a las fuerzas represivas cubanas, que se preparaban para hacer frente a posibles manifestaciones en medio de la crisis que generó la pandemia de COVID-19 y la reforma económica denominada Tarea Ordenamiento.
No obstante, se desconoce si esa venta —valorada también en 350 mil euros— fue finalmente suspendida tras las masivas manifestaciones antigubernamentales ocurridas el 11 de julio de 2021 en varias ciudades cubanas y que fueron duramente reprimidas por el gobierno de Miguel Díaz-Canel.
Según estadísticas de exportaciones de material de Defensa y productos y tecnologías “de doble uso”, en el período de 2019-2020 España vendió a Cuba armamentos y material represivo valorados en 50.792 euros.
