El expresidente boliviano Evo Morales rechazó las versiones que lo situaban rumbo al exilio en Cuba y aseguró que permanecerá en Bolivia para enfrentar al próximo gobierno, incluso si está encabezado por la derecha
“Me voy a defender, no me voy a ir. Dicen: ‘Se va a escapar a Cuba’. No me voy a escapar”, declaró en declaraciones a la AFP.
Adelantó a la agencia francesa de noticias que seguirá dando «batalla en las calles y caminos» de Bolivia, ante la probable victoria de sus opositores de derecha en las elecciones del domingo 17 de agosto
El líder cocalero, que gobernó entre 2006 y 2019, pretendía buscar un cuarto mandato en estos comicios, pero quedó inhabilitado por un fallo del tribunal constitucional que señaló que nadie puede gobernar el país más de dos períodos.
Prófugo desde 2024 por una orden de captura derivada de un caso de presunta trata de una menor —acusación que niega—, Morales vive en Lauca Eñe, en el Trópico de Cochabamba.
Según Morales, no saldrá de Bolivia si gana la derecha tras 20 años de dominio del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lideró hasta antes de abandonar sus filas este año por su disputa con el presidente Luis Arce.
Las encuestas anticipan un duelo reñido entre el millonario Samuel Doria Medina y el exmandatario Jorge Quiroga (2001-2002), quienes se verían en una segunda vuelta el 19 de octubre.
Ambos son enconados adversarios de Morales. «Estoy con mi pueblo, no voy a abandonar al pueblo boliviano», remarcó el expresidente, que en el 2019 se exilió por un año tras verse forzado a renunciar en medio de protestas, después de que fue acusado de cometer un fraude en las elecciones de ese año.
En ese sentido, dio a entender que no dará tregua al próximo gobierno y que estará de vuelta en la «batalla en las calles y en los caminos».
Morales encabezó violentas protestas y bloqueos de vías contra Arce, a quien acusó de excluirlo de la carrera electoral en complot con los jueces.
El contexto actual está marcado también por la división entre los «arcistas y evistas» que ha conducido a una crisis en el MAS que según la oposición sufre su «muerte política». Al mismo tiempo Morales está promoviendo una campaña por el voto nulo.
Entretanto y tras difundirse la nueva recompensa del Gobierno de Estados Unidos por la captura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, Morales condenó «las nuevas amenazas» de Washington para unirse así a las posturas de sus tradicionales aliados de Cuba y Nicaragua y de otros representantes de la izquierda como la mandataria hondureña Xiomara Castro.
«Desde el imperio intentan hacer de policías del mundo con el único objetivo de adueñarse de los recursos naturales de un país tan rico como Venezuela. Como lo ha hecho hasta ahora, ¡la Revolución Bolivariana vencerá!», sentenció Morales ante la supuesta «amenaza» contra Venezuela, en su red social X.
Morales es un asiduo visitante a La Habana. En febrero de 2020 viajó a la Isla «por motivos de salud» mientras estaba en Buenos Aires como «refugiado político». Morales se trató varias veces en el mismo complejo médico supervisado por el Ministerio del Interior donde fueron atendidos los fallecidos Hugo Chávez y Fidel Castro.





