Aunque la noticia se dio a conocer este fin de semana, desde principios de julio la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) había dejado de emitir autorizaciones de viaje a los inmigrantes bajo la política de parole humanitario, puesta en vigor en enero de 2023.
El programa, ahora suspendido, permitía el ingreso legal de hasta 30.000 personas cada mes a los Estados Unidos, y desde su implementación había beneficiado a más de 100.000 nacionales cubanos. La política funcionaba con normalidad hasta que una organización conservadora antiinmigración detectó que se cometía fraude por parte de los patrocinadores.
La Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR, por sus siglas en inglés) emitió un informe basado en documentos internos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) donde precisaba que había encontrado formularios en los que se usaron los mismos datos de seguro social, direcciones y números de teléfono, unas “cientos de veces” en algunos casos.
A partir de los datos del DHS, FAIR denunció que 100.948 formularios fueron completados por 3.218 “patrocinadores seriales”, o sea, personas en los Estados Unidos cuyo número aparece en 20 o más formularios. También se descubrió que 24 de los 1.000 números más utilizados pertenecían a una persona fallecida.
Entretanto, 100 direcciones físicas se utilizaron entre 124 y 739 veces en más de 19.000 formularios, algunas de ellas eran direcciones que conducían a unidades de almacenamiento y no residencias. Un número de teléfono de patrocinador se envió en más de 2.000 formularios, y había 2.839 formularios con códigos postales de patrocinadores inexistentes, dice el informe.
“Esto es una indicación de que la administración estaba dispuesta a tomar medidas drásticas y poner en peligro la seguridad pública con el fin de traer al país a tantos inmigrantes ilegales como fuera posible”, dijo a Fox News el portavoz de FAIR, Ira Mehlman.
El DHS reveló este año que, en octubre de 2023, había alrededor de 1,6 millones de solicitantes esperando la aprobación para volar a los EE. UU. a través del programa de parole humanitario.
