«Esta medalla es de Portugal, ya no tengo nada que ver con Cuba”, declaró Pedro Pablo Pichardo a la prensa lusitana poco después de ganar el título de campeón mundial de triple salto, en Eugene, Estados Unidos, al volar 17,95 metros, en su primer intento.
Como hace un año cuando conquistó la medalla de oro olímpica en Tokio, las principales autoridades del país europeo difundieron sus mensajes de felicitación al oriundo de Santiago de Cuba entrenado por su padre desde su ingreso en el sistema del alto rendimiento en su provincia.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, felicitó este domingo al atleta y elogió su trayectoria «de mucho trabajo y dedicación».
El presidente de la Asamblea Nacional , Augusto Santos Silva, tras congratular al deportista en su cuenta de Twitter recordó que Portugal es un «país de acogida e integración».
Pichardo se convirtió en el séptimo portugués en conquistar un título mundial de atletismo, tras Fernanda Ribeiro, Manuela Machado , Carla Sacramento, Inês Henriques, Rosa Mota and Nelson Évora.
Esta fue la primera medalla para Portugal en el Campeonato Mundial de Atletismo en Eugene, Oregón, que concluye este domingo.
Pichardo lidera el ‘ranking’ mundial de triple salto y ganó la Diamond League de 2021. En Doha 2019, en su debut en Copas del Mundo como portugués, el saltador del club Benfica terminó en la cuarta posición.
En sus declaraciones en la zona mixta del estadio Hayward Field, el atleta de 29 años, admitió sentir «una gran emoción» por haber logrado «un título que estaba en deuda», y que dedicó a su padre y entrenador Jorge Pichardo,a su familia y también al país que lo acogió y naturalizó, el 13 de noviembre de 2017.
Pichardo tiene un record personal de 18,08 logrado en mayo de 2015 cuando competía por Cuba.
Pichardo entró definitivamente en la historia del deporte portugués, apenas cuatro años después de su deserción con el oro en Tokio la única dorada para Portugal en esa cita. Fue la quinta en toda historia olímpica del país. Le antecedieron Carlos Lopes (1984), Rosa Mota (1988), Fernanda Ribeiro (1996) y Nelson Evora (2008), todos en atletismo.
Pichardo se ha convertido en plusmarquista nacional en dos países.
En abril de 2017, Pichardo dejó la selección cubana en Stuttgart, Alemania, donde se preparaba para el XVI Campeonato Mundial de Atletismo en Londres.
Era entonces la figura más prometedora de la selección de su país. En ese momento, solo las marcas del británico Jonathan Edwards (18.29) y los estadounidenses Christian Taylor (18.21) y Kenny Harrison (18.09) superaron su salto.
Ya había ganado medallas de plata en los Campeonatos del Mundo de Moscú 2013 y Beijing 2015, y una de bronce en los Campeonatos del Mundo Indoor en Sopot, Polonia.
Un día antes del inicio del torneo olímpico de atletismo en Río de Janeiro, los médicos cubanos determinaron que no podría competir por su lesión en el tobillo derecho. Así se desvanecía una medalla casi segura para Cuba.
Ocho meses después, Pichardo abandonó el equipo y pocos días después reapareció en Lisboa, reclutado por la sección de atletismo del afamado club Benfica.
En noviembre de 2017, siete meses después de su llegada, se le concedió la nacionalidad portuguesa y a partir de agosto de 2019 fue autorizado por World Athletics para competir bajo la nueva bandera.
“Soy muy ambicioso, estoy feliz, era un título que estaba en deuda, pero no ocultaré que quería saltar 18 metros. La temporada aún no termina y seguiré intentándolo”, prometió en Eugene.
El portugués consiguió su primer título mundial en la reedición del podio olímpico, con Hugues Fabrice Zango, de Burkina Faso, medallista de bronce en Tokio 2020, subiendo al segundo lugar, con 17,55, y el chino Yaming Zhu, entonces medallista de plata, ahora en el tercero, con 17.31, en una final en la que el cubano Lázaro Martínez, que venció a Pichardo en el mundial bajo techo, en marzo, quedó excluido de los últimos saltos.
«Era como Tokio, Lázaro sólo saltaba bien en la pista cubierta. Zango y Zhou simplemente se intercambiaban, incluso si Lázaro había hecho la mejor marca, estaba en cuarto lugar, pero sé que no es tan bueno en el aire libre. Fue como esperaba», aseguró al diario Record.
Todavía en la zona mixta del estadio, no le molestó que fuera la primera edición de campeonatos del mundo en los que el país que lo vio nacer no subió ni una sola vez al podio: «Esta medalla es de Portugal, ya no tengo nada que ver con Cuba”.
La actuación de la delegación cubana en la cita de Oregón está dando mucho que hablar.
Por primera vez no consigue una sola medalla en 18 ediciones desde Helsinki 1983. Cuba ocupa el octavo puesto del medalllero histórico (22 de oro, 14 de plata y 14 bronce ).
Las críticas hacia este pobre rendimiento no soslayan la influencia de las fugas de talentos con naturalizaciones “express” por países del Primer Mundo pero los señalamientos están siendo dirigidos especialmente hacia la situación ambiental interna de este deporte, más allá de consignas.
