En el otoño de 2006, una joven Ana de Armas llegaba a Madrid con una maleta inmensa, un abrigo gastado y la ilusión de conquistar el mundo de la actuación. Su primer deseo material era sencillo: adquirir unas zapatillas Converse negras con suela blanca, símbolo de libertad y éxito para una adolescente que había dejado atrás la Cuba de su infancia.
Así lo relata Jorge de Armas en su artículo «Los Converse de Ana de Armas» publicado en Hypermedia Magazine el 24 de noviembre de 2024, donde confirma lo que algunos ya sabíamos: el autor es presumiblemente un primo – tal vez lejano – de la actriz y la acogió en su casa, en Madrid, durante unos meses a la llegada de Ana a la capital española.
El autor revela anécdotas exclusivísimas de cómo fueron los primeros meses de la actriz en Europa, e incluso nos regala una foto inédita de una muy joven Ana de Armas, tomando chocolate y churros en la cafetería que estaba (o está aún) en los bajos de la que era su casa, cita en «Mauricio Legendre 16, justo al lado de la estación de Chamartín». Para los fans, ahí tienen un sitio de veneración, aunque fueron meses los que estuvo la joven actriz en ese lugar.
Ocho años después, de aquella acogida, en la que también tuvo participación su ex esposa, Neisy, quien eventualmente se quedó viviendo unos meses con la actriz tras Jorge haberse ido a los EE.UU., Ana de Armas ha alcanzado la fama internacional, protagonizando películas de renombre y siendo nominada al Óscar. Sin embargo, su reciente relación con Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, ha generado una ola de críticas y cuestionamientos sobre su conexión con el régimen que gobierna su país natal.
El 21 de noviembre de 2024, la revista ¡Hola! publicó fotografías de Ana de Armas y Anido Cuesta paseando por Madrid, compartiendo momentos de afecto y complicidad. Estas imágenes desataron una tormenta mediática, especialmente entre la comunidad cubana y cubanoamericana, que ve en esta relación una contradicción con los valores de libertad y democracia que muchos asocian con la diáspora cubana.
Medios internacionales como Mercury News destacaron la controversia, señalando que la actriz, quien abandonó Cuba a los 18 años en busca de oportunidades, ahora está vinculada sentimentalmente con un representante del régimen del que una vez escapó. La publicación enfatiza que Ana de Armas ha restringido los comentarios en sus redes sociales debido a la avalancha de críticas recibidas.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Usuarios expresaron su descontento, calificando la relación como una «traición» al pueblo cubano. El boxeador Yordenis Ugás, campeón de la WBA, manifestó en X (anteriormente Twitter): «Lo de esta muchacha es tan bajo. No condena la dictadura, no pide por nuestros presos políticos y encima de eso no le basta su falta de empatía para su pueblo cubano y para completar el descaro y bajeza va y se mete y se hace familia de la familia que oprime y denigra a nuestra gente y a nuestro país».
En contraste a todo este rostizamiento al grill, algunos defensores de la actriz argumentan que su vida personal no debería ser objeto de escrutinio público y que tiene derecho a relacionarse con quien desee. Sin embargo, la mayoría de las voces críticas, incluso de quienes uno presumiría que no la atacarían, señalan que, dada su influencia y origen, Ana de Armas tiene una responsabilidad moral con el pueblo cubano y que su relación con Anido Cuesta envía un mensaje contradictorio.
Más allá de las críticas, este episodio inédito de las zapatillas Converse narrado por Jorge de Armas, refleja la complejidad de las relaciones personales en el contexto de la política y la fama, y cómo las decisiones individuales pueden resonar en una comunidad que busca justicia y libertad.
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