La empresa de Gas Manufacturado de La Habana advirtió que durante esta semana se percibirá un olor a gas “más fuerte de lo acostumbrado” a consecuencia de “trabajos impostergables” a cargo de Energas.
“Estos trabajos no implican afectaciones al servicio, ni aumento en la corrosión o daño alguno a los equipos”, indica una nota de La empresa del Gas, citada por el periódico Tribuna de La Habana.
De acuerdo con directivos de la empresa mixta Energas, las labores se deben a una rotura en la sección de refrigeración de la planta de tratamiento de crudos de Puerto Escondido, en la occidental provincia de Mayabeque.
Las autoridades aclararon que el olor a gas podría sentirse mucho más durante la salida de servicio de esa unidad.
Según la fuente, “la parada está causada por un salidero en el rehervidor de glicol-alcohol utilizado en el proceso de deshidratación del gas natural, que ha sido detectado en la referida sección”.
El medio de prensa estatal informó que durante el período de ejecución de las reparaciones no ocurrirán interrupciones del servicio de gas manufacturado a la población y aseguró que se mantendrán las condiciones de seguridad requeridas.
Energas, cuyos socios principales son las empresas estatales cubanas Unión Eléctrica (UNE) y Cuba Petróleo (Cupet) y la compañía canadiense Sherritt International, se encarga de distribuir el gas que consumen más de 250.000 hogares y otras instalaciones en la capital cubana.
Se estima que aproximadamente un millon de personas en la isla se benefician de sus servicios, que incluyen, la limpieza del combustible tanto para La Habana como en una planta ubicada en el balneario de Varadero, además de la producción de Nafta y gas licuado del petróleo para el mercado cubano.
Los reportes de escapes de gas en la urbe capitalina aumentaron notablemente tras la fatal explosión ocurrida el pasado 6 de mayo en el Hotel Saratoga, que provocó la muerte de 46 personas y fue atribuida a una fuga de ese combustible.
Días después de la tragedia, varios vecinos de La Habana Vieja y otros municipios de la provincia publicaron a través de redes sociales que habían sentido un fuerte olor a gas.
Las autoridades cubanas explicaron que se trataba de “rumores malintencionados”, pero en la madrugada siguiente ocurrió otra explosión, esta vez en una vivienda, que ocasionó lesiones a tres personas, entre ellas un menor de edad.


















