El deterioro en Cuba se hace cada vez más evidente cuando los sitios que alguna vez fueron emblema de la Revolución hoy apenas sobreviven al paso del tiempo. Ese es el caso del Complejo Recreativo y Cultural Parque Lenin, ubicado al sur de La Habana, con una extensión de 472 hectáreas.
Para muchos cubanos, el Parque Lenin despierta recuerdos de la infancia: paseos familiares, colas interminables para montar en los aparatos de atracciones y días completos disfrutando de la naturaleza. Pero hoy, las imágenes que circulan en redes sociales muestran un panorama muy distinto, casi sacado de una película apocalíptica.
Los antiguos juegos mecánicos, donde antes esperaban ansiosos los niños, han sido invadidos por la maleza y el óxido. Figuras derruidas, carritos desbocados y estructuras abandonadas completan el cuadro de un parque que parece congelado en el olvido, reflejo también del deterioro social y económico que vive la isla.
Hace apenas unos días, medios oficiales anunciaron que el Parque Temático La Mariposa, uno de los espacios dentro del complejo, volverá a funcionar este verano. Según el director del Parque Lenin, Ernesto Hernández Cuello, se han logrado reparar tres atracciones, aunque aclaró que estas no tendrán la misma movilidad de antaño.
El anuncio, sin embargo, ha generado escepticismo entre los cubanos, quienes lógicamente cuestionan la viabilidad real de la reapertura en medio de un escenario bastante fatídico. Los problemas logísticos son múltiples: una crítica situación del transporte, precios elevados para el bolsillo promedio y una oferta infantil limitada de ocio, para solo ofrecer tres aparatos funcionando a media máquina.
Pese al evidente deterioro del área recreativa, el director del Parque Lenin recordó que el complejo cuenta con 14 Unidades Empresariales de Base, 11 puntos gastronómicos y más de nueve restaurantes, además de piscinas, rodeo, zonas infantiles y áreas de camping con sombrillas y pérgolas recién estrenadas.
No obstante, para muchos cubanos la pregunta sigue siendo la misma: ¿para qué sirve un parque recreativo sin atracciones y con accesos cada vez más difíciles?
Por ahora, el Parque Lenin es otro símbolo del deterioro que afecta al país, una metáfora de lo que fue y de lo que queda.





