La prensa oficial en Cuba sigue coexistiendo en una realidad paralela a la que viven los cubanos.
Durante los últimos años no han reflejado a fondo la creciente violencia del país, los hechos de corrupción como el del ex ministro de Economía Alejandro Gil, ni la marcha de las presuntas investigaciones sobre la explosión del hotel Saratoga, por solo mencionar algunos hechos recientes.
En este sentido cabe destacar que igualmente » se pasaron con ficha» con una noticia que por su interés periodístico hubiera llamado la atención de cualquier medio de prensa. Se trata de los hechos relacionados con el llamado » Caníbal del Salao», un profesor que de acuerdo a fuentes cercanas a la investigación asesinó a más de 18 personas entre Holguín y Santiago de Cuba. Y hasta el momento no se han divulgado las investigaciones sobre ese suceso que conmocionó a la sociedad cubana y del que apenas hay noticias sobre su proceso investigativo.
Otra noticia que en este caso si se divulgó fue la identidad del asesino que atropelló a nueve personas en La Habana pero las autoridades se vieron obligadas a informar con detalles sobre el hecho tras la presión del periodismo independiente en la isla y de los usuarios en redes, que no comprendían el misterio que rodeaba al sospechoso de atropello en el que murió una joven de 35 años. Sin embargo tras divulgar la identidad del italiano residente en Cuba no han dado más declaraciones sobre la investigación ni han confirmado si se mantiene detenido el autor del hecho.
La situación epidemiológica que atraviesa la isla se incrementó también por el silencio de la prensa oficial, al menos de los medios nacionales, que no se hicieron eco de las denuncias en redes sociales sobre los brotes de virus en Matanzas para comenzar una investigación que pusiera los puntos sobre los íes y pidiera la responsabilidad de las autoridades sanitarias para que el aumento de estos virus se frenara y no llegarán a todo el país como ya ha sucedido.
Lo cierto es que la prensa oficial también con su silencio ha permitido que los graves conflictos que sacuden a la sociedad cubana no solo se mantengan sino que crezcan ante la ineficacia de las autoridades que han llegado a reconocer su ineficiencia ante estos acuciantes problemas.





