El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció el pasado viernes 22 de agosto que reanudará las investigaciones personales y vecinales de extranjeros que soliciten la naturalización, en cumplimiento de la sección 335 (a) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Según un memorando citado por el periodista Mario J. Pentón, estas pesquisas, que se conocen como neighborhood investigations y pretenden corroborar la elegibilidad para la ciudadanía, abarcarán el entorno de residencia y de empleo del solicitante durante al menos los cinco años previos a su aplicación.
Se trata de una práctica mayormente abandonada desde 1991, por lo que hasta el momento USCIS utilizaba solo verificaciones biométricas y revisaba antecedentes criminales procesados por el FBI.
De acuerdo con USCIS, se trata de un cambio necesario para que cada solicitante demuestre su buen carácter moral, su apego a la Constitución de Estados Unidos, y su disposición a contribuir al buen orden y la felicidad del país.
A tenor con lo informado, USCIS tendrá la facultad de decidir caso por caso si procede o no realizar estas investigaciones, o si puede otorgar una dispensa.
En concreto, la agencia podrá pedir a los solicitantes cartas testimoniales de vecinos, empleadores, compañeros de trabajo o asociados que puedan dar fe de su comportamiento y de que cumplen con los requisitos de naturalización.
Por otro lado, si la evidencia no es suficiente USCIS podrá requerir documentación adicional, y la falta de cooperación podría afectar negativamente la solicitud.
“El envío proactivo de pruebas con la solicitud de naturalización puede ayudar a USCIS a determinar si procede una dispensa de la investigación vecinal sin necesidad de emitir un Request for Evidence”, recoge el memorando.
Este criterio se aplicará en todos los casos pendientes y futuros.
Entre 1802 y 1981 los solicitantes de la ciudadanía debían presentar dos testigos que confirmaran su carácter moral.





