La Policía de Miami detuvo a dos hombres hispanos a los que vincula con al menos dos asaltos de relojes Rolex ocurridos en noches consecutivas en el centro de la ciudad, uno de ellos con un herido de bala.
Los arrestos se produjeron el lunes y apuntan a Edgar Pérez Pontón, de 34 años, y Manuel Linarez Julia, de 31, identificados por agentes como parte de un grupo de tres implicados en atracos ocurridos el pasado 2 y 3 de agosto. Ambos sospechosos quedaron sin derecho a fianza en TGK, informó WPLG
En el primer hecho, a la salida del club E11EVEN (NE 11th St.), la víctima fue encañonada y despojada de un Rolex Oyster Perpetual y su iPhone; en el segundo, en Flagler St. y Miami Ave., un asaltante encañonó a otra víctima que forcejeó y terminó con un disparo en el tobillo izquierdo antes de que le arrebataran el reloj y la cartera.
Los investigadores dicen haber atado cabos con lectores de matrículas y datos de celular que ubican a los sospechosos en las escenas. En el asalto del 2 de agosto, las cámaras habrían captado a uno de los hombres limpiando con su camiseta el teléfono de la víctima y volviéndolo a tomar, un detalle que la policía citó en el parte de arresto.
Lejos de ser hechos aislados, los robos de relojes de lujo —a menudo con víctimas drogadas o rociadas con gas pimienta— han dejado un rastro de detenciones recientes en el sur de Florida últimamente.
En mayo, la policía de Miami arrestó a Brittney G. Scott, de Nueva York, acusada de dormir a hombres que conocía en South Beach para quitarles sus Rolex; otra mujer, Rachel Marie Warner, fue vinculada a varios casos similares en Miami Beach. En Brickell, circularon videos que muestran los momentos antes y después de un robo de Rolex en un hotel, dentro del patrón que la policía llama “bad date” (cita trampa).
También en mayo, Angelina Chenel Esty, de Pompano Beach, fue acusada de robar relojes a tres hombres en Miami, Doral y Miami Beach; en julio, Esther María Torres se declaró culpable por asaltos en hoteles de Miami Beach en los que, según el expediente, roció gas pimienta a las víctimas y sustrajo piezas de alta gama, entre ellas un Rolex Submariner de $22,000. La tendencia ha ganado tracción en prensa nacional: la revista People reseñó el caso de un hombre que despertó en su casa sin memoria de la noche y sin su reloj, tras conocer a una mujer en bares de Brickell y Wynwood, un hecho que también reportó CBS .
El fenómeno no se limita a discotecas y hoteles. En agosto, agentes del condado de Miami-Dade detuvieron a Yudier Sánchez, trabajador hospitalario de 46 años, por el hurto del Rolex de $45,000 de una paciente de edad avanzada en un centro médico del suroeste del condado. Según la policía, el hecho habría ocurrido en 2024 y quedó registrado en video; el sospechoso enfrenta cargos de gran robo y explotación de un adulto mayor o discapacitado.
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Las autoridades repiten recomendaciones: no ostentar artículos de alto valor al salir de locales nocturnos, evitar acompañantes recién conocidos hasta domicilios u hoteles, y reportar de inmediato cualquier actividad sospechosa.
La cifra de casos sugiere, además, bandas y modus operandi que se repiten: abordaje “amistoso”, droga en bebidas, traslado a lugares menos concurridos y fuga en vehículos coordinados. Con los arrestos de Pérez Pontón y Linarez Julia, la policía busca ahora identificar a un tercer implicado en los atracos del 2 y 3 de agosto y conectar otros expedientes abiertos en Miami, Doral y Miami Beach.
Mientras los investigadores atan causas, el mensaje para residentes y turistas es el mismo: vigilar, no dejarse llevar por la falsa sensación de seguridad que dan los distritos más iluminados y proteger muñecas y bolsillos como si llevaran billetes a la vista. Porque, a juzgar por los expedientes de 2025, los Rolex se han convertido en gran botín de una delincuencia rápida, móvil y cada vez más especializada.
Ah! Y no creer que uno se puede encontrar a la Virgen María en una discoteca.





