«Es un régimen totalitario, que mantiene a nuestros familiares como si fueran rehenes», confiesa doctora cubana que escapó de misión
Hace pocas horas el portal Diario de Cuba publicaba en video el testimonio de una doctora cubana que escapó de una misión en América Latina.
Con el rostro cubierto habla ante las cámaras. Suponemos que protege a los familiares que quedaron en la isla y contra quienes gobiernan la isla pudieran tomar represalias. «Mis hijos están allí, yo tengo miedo. Tengo miedo de que si muestro mi cara no pueda volver a verlos. Es un régimen totalitario, que mantiene a nuestros familiares como si fueran rehenes».
«Ahora que todo está conectado, que hay Internet, que las noticias llegan más rápido, es hora de que el mundo sepa la verdad. Y que lo sepan sobre todo los cubanos que viven dentro de la isla», comienza el testimonio de la doctora cubana.
En su relato la doctora cubana admite que ella nunca pensó en abandonar la isla. Se conformaba con su casita, y el tener cerca a su familia y a sus hijos. «Pero la verdad es que fue la única manera que encontré de irme de ahí; y nada me alisté en una brigada médica, con rumbo a un país de Latinoamérica, a una selva donde no hay médicos. Los de esos países no quieren ir a trabajar a esos lugares», aclara.
Acerca de las condiciones en que trabajaban, apunta: «son duras, pero uno siente de alguna manera que es recompensando por el cariño que te devuelven esos pacientes. Uno siente que está haciendo un bien, que está ayudando al mundo».
«El gobierno dice que es por solidaridad, por humanismo, pero lo cierto es que el dinero que ingresan los médicos cubanos es el mayor ingreso monetario», asegura quien fue parte de una de estas misiones.
De acuerdo con las investigaciones de Outreach Aid to the Americas en conjunto con Prisoners Defenders, cuando el turismo llegó a ingresar 2,900 millones de dólares, por los médicos en misiones se recibieron 8,500 millones. El personal de salud recibe solo el 15% de lo que se embolsa el régimen por cada uno.
En otro momento de su narración, la doctora cubana admite que en misiones se puede ganar hasta 10 veces más que lo que te pagarían por trabajar en un hospital de la isla. «Pero el problema es que ese dinero viene con unas condiciones injustas, impuestas por el gobierno, que es el dueño del negocio. En realidad somos la máscara para mostrarle al mundo una cara que está en su mayor decadencia», agrega.