En los últimos días han salido a la luz detalles del exmayor del Ministerio del Interior de Cuba, Rogelio Enrique Bolufé Izquierdo, quien encuentra retenido en un centro de detención de Texas, bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), y podría ser deportado tras ser arrestado en Miami, Florida, la pasada semana, por posesión de cocaína.
Según reveló Mario J. Pentón, periodista de Martí Noticias, Bolufé no tiene estatus legal en el país ya que nunca logró obtener la residencia permanente ni un permiso de trabajo en Estados Unidos.
También se destapó que, antes de presentarse como “comandante” del exilio, había obtenido nacionalidad ecuatoriana y residencia legal en México, por lo que estos dos últimos países se perfilan como posibles destinos si es deportado por un juez de inmigración.
En tanto, el ex militar, que obtuvo su nacionalidad ecuatoriana tras casarse con una ciudadana de ese país, es considerado en Cuba oficialmente un terrorista.
Martí Noticias citó al hijo de Bolufé, quien calificó de “raro” el arresto del supuesto exescolta de Fidel Castro el pasado 17 de agosto.
“Es raro que lo hayan detenido por droga. Él toma alcohol, pero de droga no sabía”, dijo Carlos Rogelio Bolufé García, amigo cercano de Sandro, el nieto influencer de Fidel Castro.
De acuerdo con la referida fuente, Bolufé no tiene permiso de trabajo ni residencia en Estados Unidos, pero sí en México, donde dirigía un bar en Yucatán llamado La Nota antes de emigrar a Estados Unidos en enero de 2020.
También se revelaron nuevos detalles sobre su arresto, que tuvo lugar en la ciudad Hialeah durante un control de rutina. Tras detener su auto, oficiales de la policía lo revisaron y encontraron en su pantalón una bolsa con polvo blanco que parecía cocaína.
Si bien este exmilitar aseguró que había sido miembro del Minint durante 15 años y que incluso había vivido un tiempo en la casa de Fidel Castro, su nombre aparece en la lista de terroristas del gobierno cubano, que lo describe como “cabecilla” de la organización La Nueva Nación Cubana que orquestó sabotajes contra el sistema eléctrico nacional.
En cualquier caso, no pocos afirman que es un posible espía o “doble agente” del régimen en Miami. Tras llegar a Estados Unidos con una visa de turista en 2020, declaró que no había desertado y que sería el “libertador de Cuba”.
