Laritza López Rodríguez, una cubana que denunció que agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) le fracturaron una pierna, fue deportada a Cuba el pasado jueves 31 de julio.
Según reportó Univisión 23, la joven de 25 años fue devuelta a la isla, pese a no haberse recuperado aún de dos intervenciones quirúrgicas a las que tuvo que someterse tras el violento arresto que sufrió en el estado de Texas, tras cruzar de México a Estados Unidos el pasado 2 de mayo.
Poco antes de que ser deportada, Laritza expuso que agentes de la Patrulla Fronteriza la empujaron con violencia al detenerla, lo que le provocó una fractura en la pierna izquierda e hizo que tuviera que ser operada mientras permanecía prisionera en el Centro de Migrantes Karnes en Texas.
En tal sentido, Laritza declaró que, después de haberse caído, los agentes de inmigración la arrastraron por el suelo mientras minimizaban su dolor. “Sentí como mi rodilla se quebró”.
“No supe nada de ella hasta esta tarde, que me llamó y me dijo que había sido deportada a Cuba”, contó al citado medio el prometido de la joven, Gerdis López. “No pudo hacer las terapias ni lo que el doctor le había recomendado. Llegó a la isla y no tiene ni los papeles médicos”, señaló el también cubano.
“Necesita atención médica porque no puede caminar bien y la mandaron para un país donde no hay medicamentos, ni para hacer las terapias de rehabilitación y las condiciones no son favorables”, destacó Gerdis.
A pesar de su estado de salud, Laritza fue una de las 22 mujeres deportadas en el séptimo vuelo de deportación del año entre Estados Unidos y Cuba, a bordo del que viajaban en total 118 inmigrantes.
El novio de la muchacha precisó además que anteriormente las autoridades migratorias había intentado deportar a Laritza, que tenía “la pierna llena de hierros”.
En aquella ocasión fue trasladada a un centro en Luisiana, donde supuestamente abordaría el vuelo de repatriación, pero el médico que la atendía señaló que no estaba en condiciones para viajar y fue devuelta a Texas.
En cualquier caso, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) insistió en repatriar a la cubana, que había recibido una orden de deportación después de una negativa en la entrevista de miedo creíble.
Hay que recordar que desde que retornó en enero a la Casa Blanca el presidente Donald Trump no solo eliminó iniciativas como el parole humanitario y el sistema de citas CBP One, que buscaban frenar la migración irregular, sino que también prohibió la política de “capturar y liberar” en la frontera a quienes se presentan pidiendo asilo.
De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional, hay más de 42.000 cubanos tienen órdenes finales de deportación en Estados Unidos, pero solo unas 600 han sido deportadas en lo que va de 2025.





