Denuncian presunto crimen en alta mar, durante travesía a Jamaica, tras salida de una embarcación desde Pilón

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La ruta a Jamaica, que en otros tiempos se contaba como excepción, vuelve a aparecer como una salida desesperada y, cada vez con más frecuencia, como escenario de desapariciones, silencios y versiones enfrentadas que se vuelven imposibles de cerrar sin una investigación transparente.

Una denuncia ciudadana difundida en redes sociales asegura que una embarcación que salió a remo desde Pilón, en la provincia de Granma, con destino a Jamaica, terminó en tragedia: de las seis personas que habrían abordado el bote, solo cuatro habrían llegado a territorio jamaicano. Las otras dos, identificadas como Arleti García, de alrededor de 32 años, y Sorel, también referido como Soblier, técnico de sonido del municipio, permanecen desaparecidas en circunstancias que la comunidad describe como violentas y que, hasta el momento, no han sido confirmadas por fuentes oficiales.

La información fue publicada como “actualización” por la página Nio Reportando un Crimen, que atribuye los datos a testimonios de familiares, vecinos y relatos directos.

En esas versiones, Arleti García, vecina de La Llanita, en el barrio de Marea del Portillo, madre de tres niños, habría sido lanzada al mar durante la travesía. En el caso de Sorel, la denuncia va más allá: señala que habría sido golpeado y luego arrojado fuera de la embarcación. También se menciona, como parte de los relatos comunitarios, la posible presencia de tiburones en el área. La propia publicación advierte que se trata de señalamientos ciudadanos “no oficiales” y que el caso continúa bajo investigación.

En los testimonios compartidos se menciona el nombre de Agustín Navea Osorio, de 38 años, conocido como Baconao, como presuntamente vinculado a la embarcación. De acuerdo con lo difundido, habría sido quien se llevó el bote y recogió a los ocupantes en la zona de Punta de Piedra, una playa ubicada entre Pilón y Marea del Portillo. También aparecen referencias a otros supuestos tripulantes identificados únicamente como Víctor, el padrastro y el cuñado del padrastro. En este punto, incluso la propia página que difunde los nombres subraya que esas menciones no implican culpabilidad y que cualquier responsabilidad solo puede ser determinada por las autoridades competentes.

La denuncia incluye un llamado directo a las autoridades de Jamaica para que interroguen a los sobrevivientes y se identifique a todos los tripulantes, con el objetivo de esclarecer qué ocurrió durante la travesía.

Ese pedido se apoya en un hecho que, para la comunidad del sur oriental cubano, ya funciona como antecedente inmediato: hace poco más de un mes, familiares denunciaron la desaparición de al menos 16 personas que salieron desde Niquero, también en Granma, en tres embarcaciones improvisadas rumbo a Jamaica, sin que se tuviera confirmación pública de su paradero. En esos reportes se habló incluso de una posible embarcación volcada cerca de la costa jamaicana, en medio de una búsqueda desesperada impulsada por parientes y vecinos.

Aunque no existe, por ahora, un pronunciamiento oficial jamaicano sobre el caso específico de Pilón, medios locales sí han reportado en otras ocasiones la llegada de cubanos a sus costas por vías irregulares.

En junio de 2025, por ejemplo, The Gleaner informó que seis ciudadanos cubanos, cuatro hombres y dos mujeres, fueron puestos bajo custodia policial en Montego Bay, en St James, tras arribar en una pequeña embarcación y ser procesados por las autoridades. Un patrón similar se reportó en octubre de 2024, cuando Jamaica Observer señaló la detención de diez ciudadanos cubanos que habrían llegado en dos grupos y en cuatro botes, en coordinación entre la policía local y la agencia migratoria.

Ese contexto ayuda a explicar por qué, en Pilón, la expectativa se centra en que los cuatro sobrevivientes hayan quedado bajo control de las autoridades jamaicanas y puedan ser interrogados como parte de un proceso formal. Sin embargo, hasta que existan confirmaciones verificables desde Jamaica o desde instancias oficiales, los elementos disponibles siguen siendo, en esencia, denuncias comunitarias y reconstrucciones indirectas de una travesía que no tuvo testigos públicos.

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