José Ramón López Regueiro, un ciudadano cubanoamericano, podrá continuar su demanda contra American Airlines por beneficiarse económicamente del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, el cual alega fue confiscado a su familia tras la revolución cubana de 1959.
La decisión proviene de un panel del 11º Circuito de Apelaciones de EE.UU., que revocó un fallo anterior que desestimaba el caso. El tribunal argumentó que, bajo el Título III de la Ley Helms-Burton, no es necesario que el demandante ni el propietario original fueran ciudadanos estadounidenses al momento de la confiscación del bien, según reseña la periodista Kayla Goggin.
American Airlines había sostenido que Regueiro no podía demandar porque solo heredó acciones de una empresa propietaria del aeropuerto. Pero la corte consideró que esa participación accionaria era suficiente para establecer un interés legal válido. La Helms-Burton permite a ciudadanos estadounidenses demandar a entidades que «trafiquen» con propiedades confiscadas por el gobierno cubano después de 1959.
Este fallo sienta precedente en un contexto de tensiones persistentes entre EE.UU. y Cuba, y podría tener consecuencias para otras compañías que operan en propiedades nacionalizadas tras la revolución. Regueiro, representado por el abogado Andrés Rivero, también ha señalado a otras empresas como Expedia por su implicación con bienes expropiados.
La decisión está amparada bajo la activación en 2019 del Título III de la Ley Helms-Burton por la administración de Donald Trump; un hecho que marcó un giro histórico en la política hacia Cuba. Desde su promulgación en 1996, esa cláusula había sido suspendida sistemáticamente por presidentes anteriores, tanto demócratas como republicanos, debido al impacto diplomático que podría tener con aliados europeos y canadienses cuyas empresas tienen inversiones en la isla.
Al permitir demandas contra empresas extranjeras que “trafiquen” con propiedades confiscadas, la medida abrió la puerta a miles de posibles reclamaciones por parte de exiliados cubanos o sus descendientes. Entre las compañías demandadas desde entonces figuran cadenas hoteleras españolas como Meliá, agencias de viajes, plataformas digitales como Expedia, y aerolíneas como American Airlines y LATAM.
La ley ha generado tensiones en el ámbito internacional. La Unión Europea y Canadá, por ejemplo, consideran la Helms-Burton extraterritorial e ilegal bajo normas del comercio internacional. Ambos han advertido sobre represalias si empresas europeas resultan perjudicadas.
En el caso de American Airlines, la demanda no solo amenaza con sanciones económicas, sino que también pone en entredicho las operaciones de aerolíneas y agencias de viajes que operan en Cuba. La resolución del caso de Regueiro podría marcar un antes y un después en la aplicación práctica del embargo estadounidense.
Más recientemente, en abril de este año, un tribunal federal en EE.UU. falló a favor del cubanoamericano Mario Echevarría, ordenando a Expedia pagarle 29,85 millones de dólares por beneficiarse de propiedades expropiadas a su familia tras la revolución cubana. Una decisión que se tomó también en el Onceno Circuito. La sentencia, emitida también bajo el Título III de la Ley Helms-Burton, es la primera con jurado desde que se reactivó esa ley en 2019. El jurado determinó que Expedia, a través de plataformas como Hotels.com y Orbitz, ofreció reservas en hoteles construidos sobre terrenos confiscados sin verificar su origen. Entre los establecimientos señalados figuran el Iberostar Mojito, Iberostar Colonial y Pullman Cayo Coco, todos en Cayo Coco, Cuba.
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El juez que presidió ese juicio fue Federico Moreno, magistrado del Tribunal del Distrito Sur de Florida, con sede en Miami; corte pertenece al Undécimo Circuito de Apelaciones (11th Circuit), que también abarca los estados de Georgia y Alabama.
Aunque Moreno no participó en el caso de José Ramón López Regueiro contra American Airlines, la apelación de ese otro caso también fue atendida por el Onceno Circuito, pues los casos federales de Miami que son apelados terminan en este mismo circuito.
En ese segundo caso, fue la jueza Jill Pryor, acompañada por las juezas Elizabeth Branch y Britt Grant, quien firmó la decisión que reconoció el derecho de Regueiro a demandar bajo la Helms-Burton, incluso si no era ciudadano estadounidense cuando heredó su interés en el aeropuerto.
Así, dos casos distintos, con jueces distintos, se alinean en un mismo circuito que se ha convertido en epicentro legal de las reclamaciones por propiedades expropiadas en Cuba, y senta precedentes para todos los demás casos relacionados; la mayoría de ellos demandados en las Cortes de Miami.





