Las desapariciones en Cuba siguen en aumento y muchas familias viven la angustia de no saber el paradero de sus seres queridos. En los últimos días, varios casos han sido reportados en redes sociales, donde los familiares recurren a la comunidad en busca de ayuda ante la inacción de las autoridades.
Uno de los casos recientes es el de Maritza Llerena Martínez, quien lanzó un llamado desesperado en Facebook para encontrar a su hijo, Renier. Sin más detalles sobre su desaparición, la madre ha pedido a cualquiera que lo haya visto que se comunique con ella. La incertidumbre y la falta de información han generado gran preocupación entre familiares y conocidos, quienes esperan que la difusión del caso ayude a dar con su paradero.
Otro caso alarmante es el de Ana Celia Poll Pérez, una mujer de Holguín que desapareció el lunes tras salir de su casa en medio de una crisis de demencia. Fue vista por última vez en la terminal de ómnibus de Ciudad Jardín, vestida con un short de mezclilla y una blusa de flores. Su familia ha pedido ayuda a la población para localizarla y ya ha informado a las autoridades. Sin embargo, hasta el momento, no hay pistas claras sobre su ubicación.
Estas desapariciones no son hechos aislados. En los últimos meses, otros casos han conmocionado a la población, como el de un joven desaparecido mientras cumplía el Servicio Militar Obligatorio en La Habana o el de una anciana que se perdió en Trinidad tras salir a buscar su ganado.
Ante la creciente cantidad de desapariciones en Cuba y la ineficiencia de las autoridades, las redes sociales se han convertido en la principal herramienta de búsqueda para los familiares. Plataformas como Facebook, WhatsApp y Telegram permiten difundir alertas rápidamente y recibir información de testigos en tiempo real.
La viralización en redes ha sido clave para encontrar personas, destacando la falta de acción policial en muchos de ellos. Algunos familiares han denunciado que la policía no toma en serio las denuncias, tarda en responder o simplemente no investiga a fondo, lo que los obliga a organizarse por su cuenta.
Grupos en redes sociales han surgido como un canal alternativo de búsqueda, donde la comunidad se une para compartir datos y reportar avistamientos, logrando en algunos casos la localización de desaparecidos en cuestión de días.
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