Un intercambio en un programa de debate terminó convertido en espectáculo viral después de que una joven que se presentó como anticapitalista rehusara aceptar una oferta que parecía diseñada para exponerla. El empresario y creador de contenidos Patrick Bet-David le propuso costearle un pasaje de ida en primera clase hacia cualquier país comunista que ella eligiera, sumándole incluso un incentivo de 20 mil dólares y la cobertura de los gastos para renunciar a la ciudadanía estadounidense. La muchacha, identificada como Allannah, se negó.
El episodio ocurrió durante la serie “Surrounded”, producida por Jubilee Media, en la que figuras conservadoras se sientan a debatir con opositores ideológicos. Bet-David, conocido por su canal Valuetainment con casi siete millones de suscriptores, llevaba la ventaja de la experiencia y del guion: retó a la joven mientras ella defendía que el capitalismo solo ofrece un incentivo, “la supervivencia”. A la hora de escuchar la oferta, Allannah replicó varias veces con una sola frase: “Esos no son países comunistas”, en referencia a Cuba, Venezuela y Corea del Norte, que eran los ejemplos puestos sobre la mesa.
El desenlace fue abrupto. El tiempo de su intervención se agotó y la joven dejó el set sin dar respuesta definitiva, reforzando la percepción de que no pudo sostener su postura frente a una oferta concreta.
Tengan en cuenta además que, mientras ella defendía sus argumentos, aquellos otros en igual postura ideológica que ella, votaron levantando banderas rojas en su contra, dejándola peor parada de lo que ella pensaba. Bet-David cerró la secuencia recordándole que, en lugares como Corea del Norte, ni siquiera hubiera tenido derecho a expresarse como lo hacía en ese instante. Para él, el debate fue una demostración de cómo muchos críticos del capitalismo disfrutan, sin reconocerlo, de las libertades que este sistema garantiza.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Usuarios en X (antes Twitter) se mofaron de Allannah con preguntas retóricas sobre el sistema educativo que produce jóvenes incapaces de identificar regímenes comunistas, mientras otros le reprochaban su rechazo a un viaje que habría puesto a prueba sus convicciones.
“Es fácil estar contra hacer dinero cuando no eres capaz de hacerlo”, ironizó uno de los comentarios más compartidos. Otro apuntó que bajo un régimen comunista la mujer perdería precisamente la libertad de hablar que ejercía en el debate, como recoge el Daily Mail.
Luego de ella tener que pararse e irse, otros jóvenes se sentaron a debatir con la figura conservadora, exponiendo detalles sobre cómo – por ejemplo – los Estados Unidos, a pesar de ser en teoría la economía número uno mundial, tiene una cobertura de salud peor que la mayoría de los llamados países desarrollados.
El propio programa ha cosechado momentos de tensión similares en entregas anteriores. Hace pocas semanas, otro participante se declaró abiertamente “fascista” en un careo con el periodista Mehdi Hasan, quien abandonó la mesa en señal de protesta. La dinámica está pensada para generar choques, y los choques producen clics: el canal de Jubilee ya supera los diez millones de seguidores y cada capítulo acumula millones de visualizaciones.
El caso de Allannah, sin embargo, tiene un sabor distinto porque coloca en evidencia un dilema clásico: qué tan lejos están dispuestos a ir quienes cuestionan el capitalismo desde la comodidad de sus beneficios. La joven había argumentado que “en el comunismo el incentivo es para el común”, pero cuando se le ofreció una vía para experimentar ese modelo en carne propia, eligió quedarse. El gesto de negarse, más que proteger una coherencia, pareció exponer la fragilidad de una postura. Y al final, el ridículo no vino del empresario que puso la trampa, sino de la incapacidad de la aspirante a “comunista” de sostener su bandera hasta las últimas consecuencias.
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