Un barbero cubano se negó a darle un corte a un colaborador del régimen, porque si «la administración se reserva el derecho», él es libre de pelar a quien le da la gana.
Aunque el defensor del régimen iba cubierto con un nasobuco, al barbero cubano no le fue difícil identificarlo.
En el video, visto en Twitter, se aprecia claramente cuando este se negó a pelarlo. De pronto, este último le dijo: «Cierra la barbería, te voy a llevar para la policía», y comenzó el rifirrafe entre ambos.
El barbero cubano, que ejercía su claro derecho de atender a quien estime conveniente, encaró al hombre, y le dijo que allí, ni con tijera ni con maquinita.
Al final, cualquiera hubiese creído que el barbero cubano cedería ante las amenazas, pero el joven fígaro se mantuvo en sus trece y se negó a atender al colaborante del gobierno.
Y no solo eso, pues le dijo que no iba a cerrar la barbería, ni a acompañarlo.
Algo parece estar operando en la mente de los cubanos tras los sucesos del 11 de julio con relación a la labor que ejercen estos colaborantes del régimen y también con relación a los familiares de antillanos que viven en el exterior.
Una influencer de la Isla se negó a seguir sosteniendo económicamente a su familia en la Mayor de Las Antillas, debido a que esta no se mostró «políticamente correcta» con relación a los sucedido, y lo dijo en un video que se hizo viral en las redes.
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Los cubanos se encuentran desde hace mucho tiempo molestos con quienes «ayudan» de un modo u otro a los simpatizantes del gobierno. Recientemente, la marca de ropa Clandestina enfrentó severas críticas por permitir que en uno de sus locales, represores de la PNR que hacían vigilancia en la casa de un activista pudieran cargar sus teléfonos celulares.
El fenómeno pudiera estarse gestando dentro de no pocos cubanos que ya se cansaron de los abusos de la PNR y el MININT, en general.
