En Argentina, un restaurante de comida rápida llamado ‘Honky Donky’ ubicado en la ciudad de Rafaela, en la provincia de Santa Fe, enfrentó una reacción violenta y críticas significativas por la elección ofensiva de nombres para sus alimentos. El establecimiento ofreció una hamburguesa llamada ‘Ana Frank’ y la acompañó con papas fritas llamadas «Adolf». Esta campaña de marketing atrajo rápidamente la atención y provocó indignación, particularmente dentro de la comunidad judía, señala el portal Infobae.
Ah, también ofrecían papas fritas «Benito», como apología a Benito Mussolini.
El uso de estos nombres históricos, «Ana Frank» y «Adolf», suscitó una fuerte condena de varios sectores, especialmente de la Asociación Cultural y Deportiva Israelita IL Peretz, una organización judía. Esta asociación expresó firmemente su indignación y consideró ofensiva e insultante la elección del nombre.
Como resultado de la indignación pública y la presión de la organización judía, el restaurante finalmente emitió una disculpa y decidió eliminar los nombres de su menú. El incidente resaltó la necesidad de sensibilidad y conciencia al usar los nombres de figuras históricas con fines de marketing.
La respuesta a la situación fue mixta, algunos reconocieron la atención generada por la estrategia de marketing pero también cuestionaron la sabiduría y sensibilidad de tal enfoque.
El incidente también suscitó debates más amplios sobre el uso responsable de las referencias históricas y las posibles consecuencias de emplearlas sin la debida consideración de sus implicaciones. Mostró cómo las acciones de las empresas locales pueden tener impactos sociales significativos, particularmente cuando involucran temas históricos sensibles.
Infobae señala que «hasta este lunes (31 de agosto), la hamburguesería “Honky Donky”, ubicada en el Paseo Hiper Libertad de la mencionada ciudad santafesina, todavía ofrecía en su carta la hambuguesa “Ana Frank”. Sin embargo, el portal confirmó después que «los encargados de la hamburguesería tomaron cartas en el asunto ante la lógica repercusión negativa que generó su iniciativa. Mientras que las papas “Adolf” ya no aparecen entre los productos que ofrece “Honky Tonky” en una reconocida aplicación de comidas, la hamburguesa “Ana Frank” pasó a llamarse “Ana Bolena”, en referencia a la reina consorte de Inglaterra que estuvo casada con Enrique VIII.»
Recientemente se hizo viral en las redes una foto tomada en julio de 2014, por una joven estadounidense llamada Brenna Mitchell, quien generó controversia al compartir un selfie que se hizo, en Twitter, muy risueña ella, en el campo de concentración de Auschwitz. En la imagen, se la ve sonriendo entre los barracones donde ocurrieron horrores históricos.
El tuit se volvió viral después de su publicación el 20 de junio y se convirtió en trending topic en Estados Unidos.
Aunque Brenna cambió la configuración de su cuenta a privada para evitar insultos, su mensaje fue retuiteado más de 2,500 veces y marcado como favorito al menos 1,400 veces.
A pesar de las críticas, retuiteó mensajes de usuarios que apoyaban su acción, argumentando que tenía el derecho de subir selfies sonrientes incluso en lugares tan trágicos como Auschwitz.
Afirmó que conocía los horrores ocurridos en el campo y que su padre recientemente fallecido también lo sabía, lo que impulsó su visita al lugar y su emoticono sonriente.
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