Mientras Venezuela pierde fuelle como sostén energético de La Habana, México aparece como nueva manguera de salvamento.
Un informe de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que, solo entre mayo y agosto de 2025, el gobierno de Claudia Sheinbaum despachó hacia Cuba unos 3.000 millones de dólares en crudo y derivados, canalizados por la filial de Pemex “Gasolinas Bienestar”.
El dato implica triplicar en cuatro meses lo enviado durante año y medio del sexenio anterior, cuando Andrés Manuel López Obrador inauguró esta ruta “humanitaria”, según la justificación oficial. El Miami Herald confirmó los hallazgos y precisó que el importador habitual del lado cubano es la empresa Coreydan, vinculada a CUPET, y que uno de los buques utilizados fue el “Sandino”, tanquero sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde 2019 por transportar petróleo venezolano a la isla.
La apuesta mexicana llega cuando el “descalabro de Caracas” —producción a la baja y capacidad de envío comprometida— dejó a Cuba sin su principal aliado petrolero.
Para llenar ese vacío, la Presidencia mexicana ha asumido un costo político y económico creciente. En su columna de opinión, Andrés Oppenheimer subraya que Sheinbaum ha “triplicado” los suministros subsidiados en tiempo récord, al mismo tiempo que Pemex carga con una deuda abultada y regiones del propio país reportan intermitencias de combustible. Aun así, la mandataria defendió en agosto los envíos por “razones humanitarias”, una lógica que, en palabras del autor de la pesquisa de MCCI citada por Oppenheimer, mezcla afinidad ideológica y prioridades discutibles frente a urgencias en salud y educación.
La aritmética, además, no está cerrada. El trabajo de Nora Gámez Torres recoge la divergencia entre los montos estimados vía aduanas mexicanas y lo reportado por Pemex ante la SEC: hasta junio, la petrolera estatal reconoce flujos mucho menores (unos 300 millones de dólares), y no ha divulgado datos de julio y agosto.
El experto Jorge Piñón, de la Universidad de Texas en Austin, pide cautela: los registros aduaneros se revisan con frecuencia y, más allá del valor declarado, “Cuba no tiene capacidad de almacenamiento para todo ese volumen”. La incógnita se abre sola: si las cifras más altas fueran correctas, ¿dónde está ese petróleo en plena crisis de apagones? ¿Se reexporta una porción —como ya ocurrió con crudo venezolano en el pasado— para obtener divisas?
El ángulo geopolítico no es menor. Oppenheimer apunta que Donald Trump ha elogiado a Sheinbaum por su cooperación en migración, narcóticos y seguridad, mientras aparenta mirar a otro lado ante la “línea de vida” a La Habana.
Ello convive con tensiones puntuales —como reportes de cancelación de visas a funcionarios mexicanos— y con el polémico programa de contratación de médicos cubanos en México, otro canal de ingresos para el régimen.





