El cantautor cubano Amaury Pérez Vidal, conocido por su cercanía al régimen castrista, sorprendió a muchos al anunciar la cancelación de un concierto programado para el próximo 26 de septiembre en el Museo de la Música en La Habana. Esta decisión, según el propio artista, fue motivada por la grave crisis económica y energética que atraviesa Cuba.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, Pérez Vidal explicó que había decidido posponer indefinidamente el evento debido a la difícil situación que enfrenta la nación.
«Nos pareció imprudente, en medio de un desesperante apagón, celebrar algo tan poco significativo como el lanzamiento de unos fonogramas», declaró el músico, quien tenía planeado promocionar tres discos grabados recientemente en colaboración con el Museo de la Música.
El artista, que ha mantenido una relación cercana con el presidente Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta, expresó que su decisión fue motivada por «el civismo y el sentido común».
Sin embargo, esta postura ha desatado diversas reacciones entre los cubanos, quienes no ven una solución clara a la crisis actual. Varios usuarios en redes sociales han comentado sobre el pesimismo que sienten ante la situación del país, criticando tanto al gobierno como a la gestión de la crisis energética.
Pérez Vidal, quien en el pasado también ha criticado la gestión cultural del país, como cuando se quejó de la falta de financiamiento para su programa de televisión Con 2 que se quieran, esta vez ha preferido evitar confrontaciones directas con el gobierno. En su declaración, dejó claro que su decisión no era un reproche hacia las autoridades, sino una cuestión de responsabilidad y prudencia frente a la dura realidad que enfrenta Cuba.
Aunque el artista ha sido alabado por muchos de sus seguidores por su sensibilidad ante la situación del país, su decisión también ha sido motivo de críticas hacia el régimen. Algunas voces señalan que, mientras se cancelan eventos culturales, el gobierno sigue celebrando festivales y actividades que parecen insensibles ante la realidad de los apagones y la escasez que sufren los cubanos, como lo son los Festivales «Varadero Gourmet», en los que la llamada «Primera Dama», tiene no solo parte, sino que es decisora.
La suspensión del evento, aunque vista por Pérez como un gesto de empatía, ha abierto una nueva ventana para la crítica social, reflejando el profundo descontento que vive el pueblo cubano frente a las promesas incumplidas del gobierno.
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