Yankiel Fernández, gestor principal del proyecto Aliento de Vida, es más conocido por ofrecer en su restaurante almuerzos y comidas en fechas especiales a los más vulnerables, de manera absolutamente gratuita.
El activista humanitario cubano Yankiel Fernández anunció en redes sociales la llegada a Cuba de una significativa donación destinada a apoyar a niños que enfrentan dificultades de salud y carecen de acceso a productos esenciales.
Según explicó Fernández en una publicación en Facebook, esta ayuda proviene de amigos en Canadá que, como parte de una colaboración mensual, suelen enviar 240 libras de insumos médicos. En esta ocasión, además de estos productos sanitarios, incluyeron más de 180 frascos de leche para bebés con déficit de hierro y otras patologías, así como compotas y cereales. Estos alimentos resultan vitales para la nutrición de muchos infantes en la isla, especialmente en un contexto donde estos productos son difíciles de encontrar y representan un alto costo para muchas familias.
El activista agradeció públicamente a la agencia que facilita estos envíos, destacando el papel fundamental de su jefe y de una amiga que, según sus palabras, siempre intercede en sus solicitudes, incluso en momentos desesperados. Fernández, quien dirige el proyecto solidario Aliento de Vida, expresó su gratitud y atribuyó este gesto humanitario a la intervención divina, asegurando que “para Dios no hay nada imposible”.
La publicación generó una ola de reacciones en las redes sociales, donde decenas de personas elogiaron la labor de Fernández y la solidaridad de quienes colaboran con esta noble causa. “Que Dios bendiga este proyecto”, “Gracias a Dios por esos gestos solidarios” y “Ojalá mi niño esté entre los beneficiados” fueron algunos de los mensajes que inundaron los comentarios.
El proyecto Aliento de Vida, que Yankiel Fernández impulsa desde hace años, se ha convertido en un pilar de apoyo para muchas familias cubanas en situación de vulnerabilidad. Gracias a donaciones como esta, ha logrado distribuir productos esenciales que escasean en el país, brindando alivio a quienes más lo necesitan.
La llegada de esta donación resulta especialmente significativa en un momento en que las familias cubanas enfrentan crecientes dificultades económicas y el acceso a productos básicos se vuelve cada vez más complejo por la ineficiencia gubernamental. La iniciativa de Fernández se destaca como un ejemplo de solidaridad y perseverancia, demostrando que, incluso en tiempos difíciles, la ayuda humanitaria puede marcar la diferencia en la vida de muchos.
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