Ocho años después de que diplomáticos canadienses y sus familias comenzaran a reportar síntomas misteriosos en Cuba, el caso conocido como “síndrome de La Habana” sigue en disputa legal y sin una conclusión definitiva. Dolores de cabeza, pérdida de memoria, cambios de ánimo, problemas de visión, náuseas y hemorragias nasales fueron algunos de los padecimientos que derivaron en una demanda contra el gobierno de Canadá por presunta negligencia.
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Según informó The Canadian Press (17 de agosto de 2025, vía CTV News), los 17 demandantes acusan a Ottawa de no haberlos protegido ni informado de los riesgos. Su abogado, Paul Miller, asegura estar “muy confiado” en que un actor extranjero provocó las dolencias, pese a que un informe oficial de Asuntos Globales Canadá en 2024 descartó esa hipótesis. “No confío en el reporte del gobierno; ellos buscan imponer una narrativa que les conviene”, dijo.
El documento del gobierno concluyó que las afecciones no fueron causadas por un acto malicioso, sino que podrían relacionarse con condiciones médicas previas, factores ambientales y enfermedades comunes.
Aun así, la investigación incluyó evaluaciones médicas y ambientales, instalación de instrumentos para detectar ondas acústicas y radiación en las residencias de los diplomáticos en La Habana, e intercambio de información con Estados Unidos. Ninguna de esas medidas arrojó pruebas de un ataque.
El caso canadiense se conecta con reportes similares de personal estadounidense en Cuba y otros países. En 2023, un informe del Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU. también calificó de “muy improbable” que un adversario extranjero estuviera detrás de los incidentes. Pese a ello, abogados como Mark Zaid, que representan a afectados estadounidenses, sostienen que existen evidencias clasificadas que contradicen las conclusiones oficiales.
La demanda de los diplomáticos canadienses, presentada en 2019, sigue sin resolverse. Miller asegura que la mediación celebrada en 2023 “no avanzó en absoluto” y que nuevas pruebas entregadas al tribunal permanecen bajo reserva por razones de seguridad.
Asuntos Globales Canadá mantiene su versión y asegura brindar apoyo a los afectados y sus familias. Mientras tanto, el caso continúa en los tribunales, sin respuestas claras sobre qué originó el síndrome.
