La historia de Anita Mateu volvió a conmover a su comunidad digital. Tres años después de despedirse de Cuba y empezar de cero en Galicia, la influencer cubana anunció que logró uno de los pasos más grandes de su vida: comprarse su primera casa en España. Lo hizo con la naturalidad que la caracteriza, pero también con esa mezcla de alegría y nostalgia que acompaña a tantos emigrantes cuando alcanzan metas que hubiesen querido celebrar en familia.
La creadora de contenido compartió la noticia a través de su canal de YouTube, donde relató cómo vivió el proceso de buscar hipoteca, negociar con los bancos y llegar, finalmente, al momento en que pudo firmar como propietaria. “En el tercer año viviendo en Galicia cumplí el sueño de tener mi propia casa. No me imaginaba que podría tener una propiedad tan rápido. Hay gente que lleva mucho más tiempo en España y no ha logrado estas cosas”, dijo.
“Estoy tan pero tan feliz y agradecida, solo me pone triste no tener a mi familia aquí para celebrarlo juntos. Me gustaría que estén aquí. Es difícil, cuando eres emigrante, conseguir cosas y sentirte solo”, confesó, visiblemente emocionada.
Su testimonio resonó entre quienes también se han lanzado a la aventura migratoria. El desarraigo pesa, incluso en los mejores momentos, y Anita no lo esconde: la alegría por el logro convive con el vacío de no tener cerca a los suyos. Ese contraste hizo que su anuncio se sintiera más cercano, más humano.
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A lo largo de los últimos meses había dado pistas: recorría inmuebles, comentaba detalles de su búsqueda y hablaba de lo complicado que es enfrentarse al sistema bancario siendo extranjera y trabajadora por cuenta propia. Pero también dejaba claro que, si podía organizar su vida financiera con disciplina, el objetivo era posible. Y así fue.
La influencer explicó que el giro definitivo llegó cuando una televisora local decidió contratarla para un proyecto en gallego. Ese trabajo le marcó el camino. “A partir de julio, cuando terminé con los programas y me pagaron, me puse con los trámites”, contó. De ahí en adelante, el año fue fluyendo: más ingresos, estabilidad, y la posibilidad real de alcanzar lo que antes parecía un sueño lejano. “Ha sido un año bonito, de mucha estabilidad económica […] Y si yo lo logro, ustedes también lo pueden lograr”, expresó, dejando claro que su intención es motivar a quienes la siguen.
Su búsqueda no fue improvisada. Visitó varios bancos, comparó condiciones y esperó la mejor oportunidad. Al final, no uno, sino dos bancos le aprobaron la hipoteca. Un resultado que habla tanto de su constancia como de su capacidad para manejar su carrera digital con seriedad y estrategia. Para muchos de sus seguidores, la noticia también sirve como recordatorio de que la vida en el extranjero no siempre es sinónimo de inestabilidad: con trabajo, orden y un poco de suerte, hay espacio para construir.
Hace apenas unas semanas, Anita había confesado que estaba en plena aventura inmobiliaria. Mostró casas, comentó precios y hasta compartió dudas. Ahora, con el sueño ya firmado y sellado, solo resta que publique el video prometido: un recorrido por su nuevo hogar en Galicia y el paso a paso del proceso que la llevó hasta allí.
Que una cubana joven logre comprar casa en España no es un titular cualquiera. Es también la historia de una generación que se reinventa fuera de la isla, que trabaja desde las redes, que maneja varios oficios a la vez, que aprende a hablar gallego si hace falta, y que aun así no deja de sentir el tirón del Caribe en los momentos importantes.
