El gobierno de Estados Unidos descartó cualquier tipo de negociación con el régimen de La Habana y señaló su voluntad de cooperar si ocurre una transición democrática en la isla.
“Cuba es un régimen colapsado, dirigido por ancianos cuya única prioridad es mantener el control político y material. No tienen un plan ni una idea para sacar adelante al país. El verdadero problema de Cuba no es su relación con Estados Unidos, sino las decisiones del propio régimen”, dijo un alto funcionario de la administración del presidente Donald Trump a Martí Noticias.
“La isla está gobernada por ancianos, con la economía colapsada, sin voluntad de cambiar nada por miedo a perder el control político. No hay nada con qué comprometerse porque ellos mismos no saben lo que quieren hacer. Están destruyéndose solos”, añadió.
El funcionario que no fue identificado pero el medio lo calificó como «figura clave en en el diseño de la política hacia Cuba» dijo que “la gente huye no porque exista un imán en Estados Unidos, sino porque quiere escapar de la isla a cualquier lugar del mundo”.
“Cada país tiene la obligación de recibir a sus ciudadanos. No hay nada que negociar. Es su deber, punto”, afirmó.
El funcionario aseguró que las sanciones de su gobierno contra la isla están orientadas exclusivamente contra los cuerpos militares que manejan la economía de la isla. “Nuestro mensaje es claro: los estadounidenses no deben hacer negocios con hoteles, bancos o empresas controladas por los militares y la seguridad del Estado. Pero cualquier transacción puede hacerse con cubanos privados genuinos. Lo que impide ese comercio es el propio régimen, no Estados Unidos”, explicó.
Dijo que «si no tienen carros no es porque Washington les impida comprarlos. Pueden adquirir Hyundais, Kias o Volkswagens. El problema es que no tienen dinero porque su sistema socialista no produce nada. Y cuando logran un contrato con alguna empresa extranjera, no pagan sus deudas”.
El funcionario aseguró que si EE.UU. quitara las sanciones contra Cuba «nada cambiaría»
“Si mañana se levantaran todas las sanciones, lo único que pasaría es que los militares robarían más dinero para esconderlo en cuentas en Suiza. Nada cambiaría en Cuba”.
El funcionario le restó importancia al apoyo del gobierno cubano al régimen chavista de Nicolás Maduro. “La alianza entre La Habana y Maduro no es nueva. Todos saben que muchos de los guardaespaldas de Maduro son cubanos. El régimen cubano le ha ofrecido ‘apoyo político’, pero en realidad ambos están en ruinas”.
Sobre la posición de EE.UU. ante un posible cambio democrático en la isla añadió: “Existen planes de contingencia y capacidad de respuesta. El problema es que no hay un gobierno en Cuba dispuesto a ayudar a su pueblo. Solo les interesa mantener el poder y enriquecerse”, comentó.
«No habrá financiamiento para el régimen, sí habrá apoyo para el pueblo que busca un cambio. Esa ha sido nuestra política y seguirá siendo”, aseguró
Estas declaraciones ocurren en medio de crecientes rumores sobre un presunto ingreso de Raúl Castro debido a una grave afección de salud, que no ha sido desmentida hasta el momento por el gobierno cubano.





