En las últimas horas nuevos detalles han salido a la luz sobre el brutal asesinato a puñaladas del joven Yosvani Hernández Meriño, conocido como El Moro o Pocholo, que tuvo lugar en la madrugada del 11 de agosto en La Habana.
Según reveló CaféFuerte a partir de una fuente familiar, el crimen no habría involucrado hasta ocho personas, como inicialmente trascendió; ni habría tenido que ver con una riña después de que Hernández Meriño se ganara la lotería clandestina conocida como La Bolita.
De acuerdo con la información ofrecida por un familiar a Rolando Remedios para el citado medio, se trató de un asesinato planificado por dos jóvenes a quienes la víctima, de apenas 33 años, había dado techo en su propia casa.
A tenor con lo que relató el familiar, Hernández Meriño conoció a Yurixandre Batista Batista, un muchacho de Holguín que no tenía dónde vivir en La Habana, cerca de la mipyme donde se desempeñaba como conserje en Centro Habana.
Conmovido por la situación, la víctima le ofreció quedarse en su casa, situada en el barrio de Lawton, municipio Diez de Octubre, donde poco después acogió también a un amigo de Yurixandre, de la provincia de Granma.
Según el testimonio recogido por CaféFuerte, durante un apagón, y mientras Hernández Meriño se encontraba en el baño, los asesinos ocultaron cuchillos bajo un colchón que él mismo solía colocar en el patio para dormir en las noches sin electricidad.
Al salir del baño, el joven fue emboscado. “Yurixandre lo sujetó por el cuello mientras ambos lo apuñalaron repetidamente hasta causarle la muerte”.
El cuerpo, que fue encontrado cubierto con el colchón, presentaba entre diez y 14 heridas de arma blanca, además de un corte profundo en el cuello.
Según trascendió, el móvil del crimen fue el robo, por lo que los delincuentes cargaron con televisores, ventiladores, un generador eléctrico, ropa y cuanto pudieron llevarse, tras lo cual intentaron trasladarse en taxi hacia La Habana Vieja.
El chofer, que aceptó llevarlos por cinco mil pesos, se sorprendió por el cargamento, pero ellos dijeron que provenía de la casa de una abuela y, como no tenían para pagar el viaje, le ofrecieron al conductor tres ventiladores como compensación.
A tenor con la misma fuente, cuya identidad se mantiene en reserva, la investigación permitió recuperar todos los bienes robados y tanto el comprador como Batista Batista se encuentran detenidos.
El cómplice, natural de Granma, continúa prófugo, aunque las autoridades afirman tenerlo localizado en esa provincia.
Hernández Meriño, uno de los manifestantes del 11 de julio de 2021, fue detenido al día siguiente de la históricas protestas antigubernamentales y brutalmente golpeado en la Prisión de Jóvenes del Cotorro, de donde salió en libertad días después.
Quienes lo conocieron resaltan que era un hombre alegre, trabajador y solidario, capaz de quedarse sin comida para compartirla con los vecinos. No en vano su muerte dejó devastada a su familia, especialmente a su hija, de siete años.
