La “Karen de los Phillies” sigue siendo, al menos por ahora, una figura sin nombre confirmado y un recordatorio de cómo una jugada de tribuna puede incendiar internet en cuestión de horas.
El video viral de una aficionada —apodada en redes como la “Karen de los Phillies”— exigiéndole a un padre que le devolviera una pelota que este cogió en las gradas y entregó a su hijo tras un jonrón ocurrido en el partido Marlins-Phillies del 5 de septiembre pasado, se ha convertido en un asunto nacional. Para quienes no sepan de qué se les habla, acá viene el recuento y la historia tras el suceso que es noticia de una punta a la otra de este planeta.
La escena grabada por las cámaras del estadio muestra al padre, Drew Feltwell, recoger la bola bateada por Harrison Bader y colocarla en el guante de su hijo, Lincoln; segundos después, una mujer se acerca, le grita que la pelota era suya y él termina cediéndosela para evitar una confrontación delante del niño. Más tarde, personal de los Marlins obsequió al menor un “goodie bag” y Bader le regaló un bate firmado por él, según reseña NBC10 Philadelphia.
Feltwell rompió el silencio el fin de semana: dijo que la mujer “saltó” frente a él, lo tomó del brazo y le gritó en el oído “¡es mi pelota!”, motivo por el que optó por “desescalar” y no discutir. El padre aseguró que fue la única persona que llegó a sujetar la bola antes de dársela a Lincoln. Ella sin embargo le gritaba «you took it from me», que significa en español «me la arrebaste». La entrevista se emitió en NBC10 Philadelphia y fue recogida por otros medios estadounidenses.
No hay un video claro, porque los asientos en el estadio no lo permitieron ver, si hubo alguna disputa o no por la pelota. Al parecer no, porque no se ve a Feltwell luchar por arrebatársela a alguien de las manos. Sin embargo, esta mujer creyó que le habían arrebatado de manera ilegítima la pelota, y fue a discutirlo. Ya después de eso, todo se ha ideo de control.
Nuevas tomas difundidas en redes y en prensa deportiva intensificaron las críticas contra la “Karen de los Phillies”, a quien se le ve haciendo gestos obscenos a quienes la abucheaban y encarando a otros fans tras quedarse con la pelota. El episodio añadió combustible a un debate viejo en MLB —a quién “pertenece” un souvenir en la grada y qué pesa más: la regla no escrita de dárselo a un menor o el “lo atrapé yo”—, pero aquí la imagen de un niño llorando inclinó la balanza de la opinión pública, y lo que le cayó encima a la mujer – dicho en español – fue un 20 de mayo.
La ola de furia digital desembocó en una cacería para ponerle nombre y empleo a la mujer. Varias cuentas la señalaron erróneamente como Cheryl Richardson-Wagner. Wagner se defendió con humor en Facebook diciendo (“soy fan de los Red Sox”) y medios como el New York Post y Yahoo consignaron que el Distrito Escolar de Hammonton, en Nueva Jersey, desmintió cualquier vínculo laboral con la persona acusada. Hasta ahora, no hay confirmación oficial de la identidad de la mujer del video, y los tabloides que revisaron las pistas advierten de la confusión. Todavía medios como el Hindustan Times se preguntan «¿quién es la donna?».
Lo curioso es que la furia por la “Karen de los Phillies” terminó quitándole presión al otro escándalo viral de la semana: el del empresario polaco Piotr Szczerek, CEO de Drogbruk, grabado arrebatándole a un niño llamado Brock una gorra autografiada por el tenista Kamil Majchrzak al cierre de un partido del US Open (tras su triunfo frente a Karen Khachanov).
Identificado por la prensa, Szczerek se disculpó públicamente, devolvió la gorra y alegó confusión —dijo creer que el obsequio era para sus hijos—, pero su compañía sufrió una ola de reseñas negativas y el episodio lo dejó bajo escrutinio global. Durante horas, ambas historias compitieron por la conversación, y el vendaval contra la aficionada de Filadelfia operó como cortina para el “hat snatcher” de Nueva York.





