Laura Pérez, la representante cubana en Miss Universe Latina, sufrió una aparatosa caída durante uno de los retos del certamen. En pleno salto y presuntamente sostenida por cuerdas de seguridad, estas cedieron y la joven terminó en el suelo desde una altura considerable.
La caída dejó a todos en shock y por momentos se temió lo peor. Sin embargo, la resiliencia de Laura pudo más que el accidente, y a pesar del fuerte dolor muscular y la herida, la cubana decidió enfrentarse horas después a la gran final del concurso.
El público no la dejó sola. El voto acompañó a la reina cubana, llevándola a un Top 5 que pareció un milagro, sobre todo porque para poder salir al escenario tuvo que ser trasladada en brazos por parte del equipo del concurso.
«Divina, como si nada hubiera pasado», comentaban los presentes cuando la soltaron tras el telón y Laura salió al escenario con la cabeza en alto, desbordando elegancia y temple. Modeló como si flotara, desafiando el dolor y la adversidad.
Como un ave fénix renacida de las cenizas, la representante de Cuba logró colarse entre las finalistas y se coronó como tercera finalista de Miss Universe Latina, un puesto que muchos en redes consideraban imposible después del accidente.
“Espero que se sientan muy orgullosos de mí y de mi representación por Cuba”, declaró Laura emocionada, ya en silla de ruedas al finalizar la competencia y lista para iniciar su recuperación.
Las redes explotaron en mensajes de apoyo:
«Estamos tan orgullosos de ti, todo tu paso por Miss Universe Latina fue el de una reina», «Tan bella, desde el primer programa supe que merecías ganar», «Nuestra reina por siempre, Laura», se podía leer entre cientos de comentarios.
Sin embargo, el incidente ha desatado un debate en redes sociales sobre los límites de este tipo de concursos. Muchos cuestionan si realmente vale la pena exponer la integridad física de las participantes por el espectáculo.
«Jamás debió permitirse una prueba de ese calibre, y menos en condiciones de aparente inseguridad», comentaron usuarios indignados.
Por ahora, la reina cubana se recupera, pero su valentía ya quedó escrita en la historia del certamen.
