Mientras la fama le sonríe con millones de reproducciones, detrás del telón digital del influencer cubano Jorge Batista, alias Ultrack, se agita una tormenta de señalamientos graves. Desde manipulaciones emocionales hasta delitos digitales, una mujer ha decidido romper el silencio y contar lo que, según ella, nadie quería escuchar.
Una confesión que empezó como desahogo en TikTok ha terminado por hacer eco en toda la comunidad virtual cubana. La protagonista no busca fama ni likes, dice. Se llama Judith Pedraja, conocida también como La Rusa, y en su relato descarnado ha arrojado una luz cruda sobre el lado más oscuro del universo de Ultrack, uno de los creadores de contenido más polémicos del momento.
En lugar de comenzar con escándalos virales o cifras de seguidores, Judith ha optado por una verdad incómoda: tras una relación que terminó mal, intentó quitarse la vida. Según su testimonio, el daño emocional que arrastraba era una herida abierta, provocada por el acoso sistemático, la exposición mediática y, peor aún, la publicación de contenido íntimo sin su consentimiento. Este último, de ser comprobado, podría constituir un delito.
Pero su denuncia no se limita a una historia de amor tóxica. Según Pedraja, Ultrack grababa sin autorización a múltiples mujeres, vendía las imágenes, y en algunos casos, las enviaba directamente a las parejas de las víctimas, desatando tragedias privadas de las que, hasta ahora, nadie hablaba públicamente. La crueldad de esos actos recuerda más a un guion de thriller que a la vida real, pero Judith insiste: tiene pruebas, esperando el momento de un proceso legal.
Uno de los momentos más escalofriantes de su relato fue cuando acusó a Ultrack de provocar deliberadamente conflictos conyugales. Según dice, su intención no era simplemente dañar, sino controlar. Como quien mueve fichas en un ajedrez emocional, él habría manipulado situaciones con una sangre fría aterradora.
En medio de toda esta tempestad, Pedraja dedicó palabras a Amanda Sanz, la exesposa del influencer y madre de sus dos hijas. Judith aseguró que Amanda fue clave en el ascenso del youtuber cuando “no tenía ni calzoncillos”, abriéndole las puertas de su casa y dándole una familia. Sin embargo, el gesto, dice, fue pagado con traición: Ultrack habría convertido a Amanda en blanco constante de sus ataques, incluso incentivando públicamente su linchamiento digital.
Y como si el guion no fuera lo suficientemente espeso, la actual pareja de Ultrack, Claudia Artiles, aparece en escena. Judith la describe como una víctima más, supuestamente utilizada para cubrir gastos personales del influencer, como una hipoteca de cinco mil dólares. Todo esto, claro está, aún está en el plano de las acusaciones. Ultrack no ha respondido públicamente.





