La familia de Juan Manuel Fernández Ramos, un cubano de 35 años que llegó a Estados Unidos en 2022 en busca de una vida mejor, enfrenta una angustiante situación. Actualmente, Juan Manuel se encuentra detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en el Centro de Detención Krome, en el sur de Florida, con la amenaza inminente de ser deportado a Cuba. Su esposa, Jessica Acosta Sánchez, ha iniciado una campaña desesperada para recaudar fondos que permitan contratar a un abogado y evitar su deportación.

En 2022, Juan Manuel tomó la valiente decisión de abandonar Cuba y arribar a Estados Unidos en una balsa. Al llegar, el cubano expresó su temor de regresar a la isla, pero, según su abogado Eduardo Soto, no se le realizó la entrevista de «miedo creíble» que la ley exige antes de ser liberado. A pesar de esta omisión, Juan Manuel fue puesto en libertad con una orden de deportación pendiente. Durante su tiempo en Estados Unidos, se estableció laboralmente y solicitó asilo político y un permiso de trabajo, intentando regularizar su situación migratoria.
Sin embargo, en 2023, el cubano fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol, enfrentando las consecuencias legales correspondientes sin que ello afectara su caso migratorio en ese momento.
Sin embargo, en enero de 2025, fue multado por exceso de velocidad y, durante la audiencia relacionada con esta infracción, la jueza ordenó su detención temporal de 72 horas para que ICE evaluara su caso. Fue en ese periodo cuando ICE lo detuvo, considerando su historial como un posible peligro para la sociedad, señala Telemundo51.
Jessica Acosta ha compartido las difíciles condiciones que enfrenta su esposo en detención. Según sus declaraciones, Juan Manuel ha estado esposado de manos y pies, con acceso limitado a alimentos y descanso. Además, ha sido presionado para firmar documentos en inglés que no comprende, posiblemente relacionados con una deportación voluntaria. Jessica le ha aconsejado que no firme nada sin entender su contenido.
Ante la inminente posibilidad de deportación, Jessica ha recurrido a las redes sociales para solicitar ayuda económica que les permita contratar a un abogado especializado en inmigración. Los honorarios legales ascienden a más de $15,000, una suma que la familia no puede cubrir por sí sola. En su llamado, Jessica enfatiza la urgencia de la situación y la necesidad de actuar rápidamente para detener la deportación de su esposo.
La situación de Juan Manuel se produce en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración del presidente Donald Trump. Recientemente, el 27 de febrero, se llevó a cabo el primer vuelo de deportación de esta administración, en el cual 104 cubanos fueron retornados a la isla. Este hecho ha generado preocupación en la comunidad cubana en Estados Unidos, especialmente entre aquellos con órdenes de deportación pendientes o situaciones migratorias irregulares.
Jessica Acosta continúa su incansable lucha por reunir a su familia y evitar la deportación de su esposo. Ha instado a la comunidad a colaborar, ya sea a través de donaciones o compartiendo su historia, con la esperanza de recaudar los fondos necesarios para la defensa legal de Juan Manuel. Además, ha aconsejado a otras familias en situaciones similares a ser cautelosas y a no cometer errores que puedan poner en peligro su estatus migratorio.
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