Numerosos malentendidos sobre la Ley de Ajuste Cubano (CAA en inglés) han surgido tras la difusión este miércoles del memorando ordenado por Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) para pausar indefinidamente los procesos de parole humanitario (CHNV) y de reunificación familiar (CFRP).
Según ha subrayado el experimentado periodista cubano Wilfredo Cancio, para “desmentir las patrañas que los repetidores oficialistas han lanzado desde La Habana, con placer casi orgásmico, a través del sistema de propaganda del régimen cubano”, la CAA, establecida en 1966, no ha perdido vigencia ni ningún presidente de Estados Unidos puede paralizarla, eliminarla o devaluarla.
Al responder a la “agitación a cargo de figurones bastante ignorantes en su proceder tan necio como vergonzoso”, Cancio, especializado en las relaciones Cuba-Estados Unidos, recordó que la CAA quedó codificada en el Congreso en 1996, “a raíz de la proclamación de la Cuban Liberty and Democratic Solidarity Act, conocida como Ley Helms-Burton”.
Lo anterior, insistió, significa que “la CAA solo podrá modificarse, reajustarse o eliminarse por mandato del Congreso de Estados Unidos, cuando se determine que estas tres condiciones son verficables: un cambio democrático en Cuba; el cambio se propició por elecciones pluripartidistas; y todos los presos políticos han sido liberados”.
Por ende, la CAA no solo está en pleno vigor y siguen procesándose casos de ajuste bajo su jurisprudencia, sino que “todos los casos de personas que cumplan los requisitos de entrada y permanencia con un documento I-94 y otras solicitudes de beneficios migratorios que no sean derivados de programas emitidos por órdenes ejecutivas del presidente Joe Biden, pueden seguir su procesamiento regular”.
Además, las solicitudes de los programas de parole humanitario y de reunificación familiar podrán seguir realizándose, lo que ahora los funcionarios de USCIS “no tendrán la postestad para avanzar los expedientes ni otorgar los beneficios” hasta que no sea auditado el protocolo completo de la agencia respecto a la viabilidad y la transparencia de ambas iniciativas.
Lo que está pausado es el procesamiento de solicitudes de residencia permanente de personas que llegaron al país con parole humanitario o con parole por reunificación familiar (adelando en espera de visa de inmigrante).
Si bien esta congelación es indefinida, señaló Cancio, “un dictamen final sobre las normativas deberá producirse en un tiempo no superior a los 100 días”.
Por otro lado, el también profesor universitario destacó que “el carácter codificado de la CAA explica el por qué no pudo ser anulada por el presidente Barack Obama a pesar de la gran campaña instrumentada por su administración para su derogación desde 2013, utilizando a los principales medios de prensa del país, y especialmente mediante la serie sobre Cuba incrustada en las páginas del diario The New York Times, que preconizó los pasos del deshielo, artículo por artículo, bajo la firma del periodista Ernesto Londoño”.





