Una rosa blanca fue el regalito que le dejaron en la puerta a los funcionarios de la Embajada de Cuba en Montevideo, Uruguay.
Cuballama Noticias habló en exclusiva con el protagonista del hermoso gesto.
Un joven cubano residente en Montevideo, Uruguay, dejó ayer domingo un hermoso regalito en la puerta de la Embajada de Cuba en ese país andino: una rosa blanca.
Anibal Oliva Yañez afirma desde la capital uruguaya que el resto de los cubanos presentes allí, en la manifestación pacífica organizada frente a la Embajada de Cuba en Uruguay apoyaron y celebraron muchísimo su hermoso gesto por la paz, contra la violencia y contra el odio. Su rosa blanca es el mensaje que ellos traían para los funcionarios cubanos. Es el mensaje que traen para todo el pueblo cubano. Y ese fue el mensaje que le dejaron en la puerta, para cuando los funcionarios llegaran este lunes a trabajar.
«La rosa blanca era para apoyar la iniciativa del grupo Archipielago,»
afirma Anibal desde Uruguay.
«Respaldo a Archipiélago por su diversidad y pluralidad; porque nos representa mas que el PCC, que no representa a nadie,» señaló vía chat de Facebook, Aníbal con un miembro de nuestro equipo de trabajo.
«La embajada cubana en Uruguay es una cédula más del PCC cubano y nosotros solo queremos visibilizar su intolerancia contra los cubanos libres. «
«A nosotros nadie nos paga (por ir a protestar a la embajada),»
explica Anibal.
Una rosa blanca, llevar una prenda blanca encima, o si no se puede salir a la calle, colgar sábanas blancas en patios y balcones es parte de los gestos de apoyo que pidió el Grupo Archipiélago para con ellos, por parte de todos los cubanos del mundo que se sientan identificados con este mensaje de paz, y en contra de la violencia y el odio.
Alrededor de 80 cubanos residentes en Uruguay, se sumaron a la iniciativa, que culminó con el regalito dejado por Anibal en la puerta.

Un gesto que precedió sin dudas, al protagonizado por la activista cubana Saylí González Velázquez esta mañana.
Sábanas blancas, una rosa blanca y un poema de Martí
La joven, luego de recibir la desagradable sorpresa esta mañana de encontrar frente a su casa a una turba de represores prestos a protagonizarle un acto de repudio, no tembló ni un instante luego de encararlos y salió a su jardín, sábanas blancas en sus manos, a demostrarle frente a sus caras su mensaje de paz. Y lo hizo sin miedo alguno.
«Estas sábanas son por la Libertad de Cuba», dijo la activista y colgó sus sábanas blancas en el patio de su casa.
Mientras, del otro lado de la calle, decenas de mujeres le proferían ofensas.
Delante de todas ellas, Saylí se abrazó a su madre, y luego con voz serena les dijo que no existe una persona en este mundo por el que ella sienta más amor y orgullo.
«Toda esta payasada a mi no me molesta», dijo González, y comenzó a recitar serena los versos del Maestro:
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
«Mi rosa blanca va también para esta gente» dijo la activista ante la cara de ira de quienes le hacían un acto de repudio.
Estos, continuaron con gritos y ofensas.



















