Miami amaneció esta semana con dos historias que empiezan igual —alguien que “desaparece”— pero terminan en extremos opuestos: una en un pedido urgente de ayuda para encontrar a un anciano; la otra, en un arresto por asesinato después de que un hombre denunciara que su pareja había “desaparecido” para desviar la atención de lo que, según los detectives, él mismo habría hecho.
La primera historia llega desde Little Havana, donde la policía de Miami pidió colaboración ciudadana para dar con el paradero de Salvador Pino, un hombre de 76 años considerado “desaparecido y en peligro”. Las autoridades detallaron que Pino fue visto por última vez vestido con camiseta marrón y jeans, mide 5 pies y 8 pulgadas, pesa unas 170 libras y tiene los ojos marrones.
La alerta, difundida por Local 10 News, movilizó rápidamente a vecinos y usuarios de redes, que compartieron su fotografía en un intento de localizarlo cuanto antes. La policía habilitó los números 305-579-6111 y 305-603-6300 para cualquier persona que pueda aportar información sobre su paradero.

La segunda historia, mucho más oscura, se desarrolló al sur del condado. Saúl García, de 40 años, apareció en los titulares al denunciar que su pareja sentimental había desaparecido el 6 de octubre. Era la madre de su hija de dos años. Pero lo que empezó como un caso de persona ausente se transformó en una investigación por homicidio cuando, cinco días después, el cuerpo de la mujer fue hallado en un canal de Redland. Había sido asesinada de un disparo en la cabeza, según el informe forense.
Los detectives empezaron a desmontar la versión de García casi desde el principio. El acusado dio explicaciones contradictorias a familiares y autoridades: dijo primero que la había dejado en una parada de autobús camino al trabajo; luego afirmó que solo la vio al marcharse a llevar a la niña a la guardería. A otros conocidos les insistió en que “quizás estaba detenida por ICE”.
Sin embargo, tal y como señala el reportaje de Local10 News los datos de los teléfonos celulares contaron otra historia: el móvil de la víctima permaneció en la casa hasta que “viajó” al canal, y el de García rodeó la zona antes de regresar a la vivienda. Las cámaras de seguridad captaron además su Toyota Camry en la ruta hacia el lugar donde apareció el cuerpo.
El 27 de noviembre, García fue arrestado en la sede del sheriff en Doral y presentado en corte acusado de homicidio en segundo grado. El juez le negó fianza. La familia de la víctima, que desde el primer momento sospechó por qué García tardó un día entero en avisarles, ahora solo espera justicia.

Las dos alertas que marcaron la semana dejan una sensación amarga: en Miami, la palabra “desaparecido” puede significar dos mundos distintos. En uno, un anciano extraviado al que hay que encontrar rápido. En el otro, un intento de encubrir un crimen que la tecnología terminó revelando.





