El programa fue presentado como una herramienta para mejorar la seguridad vial y generar ingresos para la educación, pero las crecientes quejas indican que necesita ser revisado. Mientras tanto, miles de conductores en Miami-Dade continúan lidiando con sanciones que podrían no ser legítimas y con un sistema que, por ahora, parece no estar del lado de la justicia