En Las Cruces, el problema se ha vuelto un símbolo del sálvese quien pueda: válvulas manipuladas, vecinos que se organizan por su cuenta, otros que quedan fuera del reparto de facto y una comunidad entera dependiendo de que “alguien abra nuestra válvula” para ejercer un derecho tan básico como abrir la pila y encontrar agua potable. Mientras tanto, los días siguen sumando.
El descontento por la falta de agua no se limita a La Habana. En la provincia de Ciego de Ávila, los residentes también salieron a las calles para manifestarse contra las constantes interrupciones en el suministro de agua y los prolongados apagones. Y también en Caibarién.
Yadiuska Domínguez, madre de tres y residente de La Favela, difundió la protesta a través de videos en Facebook y afirmó que las autoridades solo actuaron tras la manifestación. Además, denunció amenazas de las autoridades por compartir los videos.