En redes sociales, activistas y ciudadanos cuestionan que se venda a mitad de precio lo que, en su opinión, debería entregarse a costo cero a hogares que lo perdieron todo.
El problema no es la solidaridad en sí misma, sino su institucionalización como pilar de la economía cubana. Y bajo esa lógica, lo que en 1959 parecía un camino hacia el desarrollo se ha transformado, en 2025, en la confirmación de que así, con regalos y subsidios, ninguna economía es sostenible.
Desde las redes ya se anuncia, entre el sarcasmo y la desesperanza que, quien desee viajar de Occidente a Oriente o a la inversa, este año, que aproveche y viaje antes de esa fecha, porque un viaje de esos pudiera hasta ser más caro que uno La Habana - Managua.
“El presidente del Gobierno de Playa ya terminó conmigo y pasa mi situación a la Dirección Municipal de Vivienda de Playa, que a estos les importa un bledo cómo viven los cubanos de a pie pues en vez de resolver los problemas, lo que hacen es agravar más la situación”, denunció.