El control republicano del Senado representa un cambio significativo en el equilibrio de poder en el Congreso de Estados Unidos, con implicaciones profundas para la dirección política del país en los próximos años.
Los senadores estadounidenses pidieron a Biden darles un mayor acceso a los servicios financieros estadounidenses y aumentar las exportaciones estadounidenses a la isla.
Joe Biden celebró que su partido haya resistido el tsunami rojo que se avizoraba y aseguró en una rueda de prensa desde la Casa Blanca, que ha sido "un buen día para la democracia y para América".