Llama la atención que el hecho, es muy similar a otros ocurridos recientemente. Justo en agosto se documentó el caso de un cubano que viajó de visita a la isla y sufrió el robo de su cartera con documentos migratorios; los ladrones lo contactaron después para exigirle 4.000 dólares a cambio de devolverle la residencia estadounidense.
Este caso refleja no solo lo frágil que puede ser la estabilidad de un migrante ante la pérdida de documentos, sino también la fuerza de la comunidad cuando la honestidad y la empatía se anteponen. En un mundo donde muchas veces reina la indiferencia, la rapidez con la que Alexis Pedre recuperó sus papeles es prueba de que aún hay esperanza… y gente buena, incluso en la esquina de una gasolinera.
El programa EB-3 es beneficioso tanto para las empresas, que obtienen empleados trabajadores y potencialmente a largo plazo, como para los inmigrantes, que obtienen la oportunidad de trabajar, vivir y eventualmente convertirse en ciudadanos de los Estados Unidos.
Esta decisión representa un revés significativo para los cubanos que buscan regularizar su estatus migratorio en los Estados Unidos, pues implica que los cubanos con I-220A no son elegibles para solicitar la residencia permanente o la green card a través de la Ley de Ajuste Cubano.