La donación, que a primera vista podría parecer un gesto de solidaridad, ha sido recibida con escepticismo y crítica debido a la naturaleza aparentemente inútil de los artículos donados.
Este problema no es nuevo en la economía cubana. La historia de la Cuba de los años 70´y 80´, nos recuerda los kikos plásticos y las botas de goma, productos de plástico reciclado.